La ELA es un trastorno neurodegenerativo que produce una pérdida progresiva de musculatura y parálisis. La esperanza de vida para las casi 4.000 personas que padecen la enfermedad en Cataluña es de menos de 5 años, aunque se puede ampliar si deciden recibir ventilación mecánica y nutrición enteral.
Aproximadamente el 10% de los casos de ELA son familiares (fELA) y los factores genéticos son una de las principales causas.
Aunque la ELA es una enfermedad con una alta heterogeneidad genética, se sabe que mutaciones genéticas que codifican la enzima superóxido dismutasa (SOD1) son la segunda causa más común de la enfermedad. Hay descritas más de 186 mutaciones en el gen de SOD1. Y entre todas estas mutaciones hay dos que son las predominantes.
En este estudio se informa del primer genotipado en una familia española de una de las principales mutaciones relacionada con ELA (A4V). "La mutación P.A5V-SOD1 representa un 40% de las mutaciones que provocan la ELA en Estados Unidos, también ha sido descrita en un número muy reducido de familias en Europa, pero nunca antes en la población española", comenta el Dr. Gámez.
En algunos casos, el tipo de mutación y el fenotipo resultantes están fuertemente correlacionados. En el estudio se ha visto que "la mutación A4V-SOD1 provoca afectación de la neurona motora inferior, progresión rápida, tiempo de supervivencia inferior a dos años y ausencia de deterioro cognitivo", añade.
La uniformidad del fenotipo asociado a esta mutación, ha resultado muy atractiva para la industria farmacéutica para hacer ensayos de las diferentes modalidades de terapia génica en este subgrupo de pacientes. Los resultados preliminares en fase I / II confirman que la administración intratecal de oligonucleótidos antisentido (ASO) es capaz de reducir los niveles de la proteína SOD1 retrasando la progresión de la enfermedad en portadores de la mutación A4V-SOD1.