Se trata de un fármaco de los laboratorios Sanofi Pasteur y GSK. Una vacuna potenciada por lo que la respuesta inmunológica de los que la reciban se vería incrementada. Una grandísima ventaja de la vacuna sería su capacidad de conservación en medios muy sencillos.
Y es que, para mantener este suero, es suficiente una conservación en nevera, no hace falta que sea congelado ni ultracongelado, facilitando mucho la logística. Todo esto se deduce que puede ayudar en los países con menos recursos, donde los traslados y mantenimientos se complican en muchas ocasiones.
El Hospital de Santiago, con el doctor Federico Martinón a la cabeza, se prepara ya para realizar estos ensayos. En este centro de referencia se realizaron también ensayos clínicos de la vacuna de Pfizer en niños.
Para participar en esta última fase del ensayo solo es necesario tener más de 18 años y haber recibido dos dosis de la vacuna hace como mínimo 4 meses.
Las esperanzas puestas en este suero son muchas, atendiendo a que está diseñada trabajando contra la cepa original del covid y también contra la variante beta, la que se detectó en Sudáfrica hace un año -igual que se ha detectado la ómicron recientemente- que es la más diferente al virus original por ahora, y, por lo tanto, ofrecería una cobertura mayor.
Investigaciones que siguen su curso mientras en Galicia se continúa inoculando ya la tercera dosis de refuerzo al colectivo de 70 a 79, tras haber completado el de los mayores de 80.
