viernes. 19.04.2024

Un equipo de investigadores ha analizado cómo el SARS-CoV-2 (virus causante del Covid-19) secuestra las proteínas de sus células diana. Éste modifica la actividad promoviendo su réplica, infectando así a las células próximas. La investigación ha sido publicada por Cell, donde se comunica el hallazgo de siete medicamentos que podrían garantizar la interrupción.

Aunque ya han sido probados, queda recomendada su prueba inmediata en ensayos clínicos. Aportaremos algunas nociones que permitan comprender al lector la dinámica de los virus.


Los virus poseen una incapacidad de réplica y propagación autónoma: requieren de un organismo que hace las veces de huéspedes, permitiendo el trasporte. Este proceso se simplifica tomando el control de la maquinaria de la célula anfitriona para su manipulación, lo que consigue producir nuevas partículas virales. En ocasiones, el citado secuestro interfiere con la actividad de las enzimas y diversas proteínas.

Los virus son incapaces de replicarse y propagarse por sí mismos: necesitan un organismo (su huésped) para transportarlos, replicarlos y transmitirlos a otros huéspedes. Para facilitar este proceso, los virus necesitan tomar el control de la maquinaria de su célula anfitriona y manipularla para producir nuevas partículas virales. A veces, este secuestro interfiere con la actividad de las enzimas y otras proteínas del huésped. Producida la proteína, las enzimas poseen la capacidad de modificar su estructura químicamente. 



Para este estudio, los científicos utilizaron una herramienta que permite analizar las propiedades de una muestra. El procedimiento es sencillo: se mide la masa de sus moléculas y se evalúan las proteínas que mostraron alteraciones en su cambio de estructura tras la infección por el SARS-CoV-2. Este proceso, conocido como espectrometría de masas, arrojó un importante dato: el 12 por ciento de las proteínas del huésped que interactúan con el virus estaban modificadas. Además, se identificaron la capacidad de las quinasas para regular las modificaciones, objetivos potenciales de los medicamentos para detener la actividad del virus y tratar el Covid-19.


¿Cómo se comportan las células infectadas? 

Pedro Beltrao, jefe de grupo del Laboratorio Europeo de Biología Molecular, explica que "el virus impide que las células humanas se dividan, manteniéndolas en un punto determinado del ciclo celular. Esto proporciona al virus un entorno relativamente estable y adecuado para seguir replicándose".

Debemos apuntar que el SARS-CoV-2 no solo impacta en la división celular, sino también en la forma de la célula. Uno de los hallazgos más representativos del estudio es que las células infectadas exhiben extensiones largas, ramificadas, como brazos o filopodios
Sus estructuras permiten que el virus alcance las células cercanas en el cuerpo, avanzando en la infección.

"Las quinasas poseen ciertas características estructurales que las convierten en buenos objetivos para los medicamentos. Ya se han desarrollado fármacos para atacar algunas de las quinasas que identificamos, por lo que instamos a los investigadores clínicos a que prueben los efectos antivirales de estos fármacos en sus ensayos", matiza Beltrao.

Un tratamiento ideal lograría aliviar las inflamaciones que afectan a  numerosos contagiados, vinculadas a  reacción excesiva del sistema inmunológico. Al mismo tiempo, detendría la replicación del virus. Todo apunta a que la actividad de las quinasas, testada en fármacos recientes, puede ser la solución a ambos problemas.

Los investigadores lograron identificar docenas de medicamentos, todos aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos. A esto se suman ensayos clínicos en curso. Siete de los compuestos citados ofrecieron una potente actividad antiviral en experimentos de laboratorio.

Siete fármacos podrían impedir que el virus del Covid-19 se apodere de las células humanas