Además de una dura lucha contra la COVID-19, muchos enfermeros españoles deciden emigrar a otros países por las malas condiciones laborales en el sistema sanitario español
Saúl Moreno, es un ejemplo de esta cruda realidad. Estudió en España la carrera universitaria pero, después de comprobar las pocas oportunidades y que las condiciones laborales no eran las más idóneas, decidió irse a otro país en busca de un mejor futuro. A día de hoy, Moreno trabaja como enfermero en el área de Neurología del Hospital de Múnich. Saúl lo tiene claro: "Nadie deja un contrato indefinido y una seguridad por conseguir un contrato de un mes".
El caso de Marta de la Fuente es similar. Actualmente ejerce de enfermera en el Hospital Universitario de Múnich porque en España "nadie hacía contratos fijos, con suerte eran de seis meses". Paloma Gil, por otro lado, está preparando el equipaje para irse a Colombia. Esta enfermera confirma que en España es "impensable" que nada más comenzar a trabajar "te ofezcan un contrato indefinido".
Si hay algo que esta pandemia ha demostrado es la importancia que tienen los profesionales sanitarios. La realidad es que muchos tienen que emigrar de España para mejorar sus condiciones laborales. 2010 fue el año clave en este cambio de tendencia. El pico más alto se registró en 2014 cuando se marcharon casi 3.000 profesionales, según los datos Consejo General de Enfermería.
Borja López de Castro es el director de Enfermería de Alemania y reconoce que "la tendencia actual es un aumento de los enfermeros españoles que trabajaron en Alemania y deciden regresar debido a que no encuentran en España ni las condiciones ni la estabilidad de Alemania".