La principal hipótesis y que cuento con un mayor número de adeptos sobre el origen del Covid-19 ha sido que el virus es de origen animal y que pasó a los seres humanos en un mercado de animales vivos ubicado en el epicentro de la pandemia, la ciudad de Wuhan. Sin embargo, una segunda teoría, que tiene como principal abanderado al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, asegura que el virus fue creado en un laboratorio de la misma ciudad.
Pues bien, esta teoría tiene un nuevo valedor de relevancia. Un antiguo jefe del MI6, el servicio de inteligencia británico, Richard Dearlove, ha reforzado esta tesis en una entrevista concedida al diario inglés The Telegraph.
Richard Dearlove apoya su opinión acerca de la veracidad de esta teoría en una investigación elaborada por el profesor Angus Dalgleish del Hospital St George’s dependiente de la Universidad de Londres y un virólogo noruego, Birger Sorensen, bajo el nombre “Virus de Wuhan”.
El principal argumento que emplea este estudio son sus características singulares que lo diferencian de cualquier otro virus SARS. Para haber podido realizar estos cambios significativos, se requirió, según ambos académicos, la intervención del hombre. Ello habría sido realizado por científicos chinos que, haciendo experimentos en secreto de mutaciones en coronavirus en murciélagos, pudo surgir algún fallo de seguridad y que el virus llegase hasta ese mercado de animales vivos.
El segundo reproche realizado por Dearlove radica en el oscurantismo practicado por el Gobierno chino a la hora de informar sobre las fases iniciales del Covid-19 y encubrir posteriormente la magnitud de su propagación.
