viernes. 19.04.2024

Un gran estudio de observación sugiere que el tratamiento con el fármaco antipalúdico cloroquina o su análogo, la hidroxicloroquina, no ofrece ningún beneficio a los pacientes con coronavirus. El trabajo, que ha sido publicado en la revista especializada The Lancet ha analizado los datos de 81.000 controles pertenecientes a casi 15.000 pacientes con coronavirus que recibieron estos medicamentos, en ocasiones combinados con los antibióticos azitromicina o claritromicina.

Además, la investigación ha evidenciado que el tratamiento con estos medicamentos entre los pacientes con COVID-19, ya sea solos o en combinación con antibióticos, está relacionado con la aparición de efectos secundarios, entre los que destaca un mayor riesgo de arritmias.

Los investigadores que han realizado el estudio sugieren que este tratamiento no debe utilizarse con enfermos de COVID-19 fuera de los ensayos clínicos hasta que los resultados de los ensayos clínicos aleatorios estén disponibles para confirmar su seguridad y eficacia.

Preguntado por estos efectos secundarios, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, ha comentado que se conocen "desde hace muchos años", y los ha calificado como "leves". El experto ha abogado por controlar el uso y el tiempo de administración de estos medicamentos.

"Se producen en alrededor de un 7% de pacientes que los toman durante periodos relativamente largos", ha explicado el epidemiólogo, que ha añadido que además son "dosisdependientes, ya que cuanto más tiempo tomas, más riesgo hay de que se produzca el efecto, y si dejas de tomarla el efecto acaba desapareciendo".

Tal y como ha detallado Simón, uno de estos efectos secundarios, "mucho menos frecuente del 7%", es la aparición de arritmias, "que en principio suelen ser leves".

"El problema con la hidroxicloroquina es el tiempo, pero no creo que si está demostrando un efecto de reducción del riesgo de infección podamos decir que no se utilice", ha añadido, "lo que sí que tenemos que tener es un control de las dosis, un control del tiempo de su uso y sobre todo tener mucho cuidado de no dárselo a las personas que no deberían tomarlo".

La hidroxicloroquina y la cloroquina son medicamentos que se están utilizando ampliamente para el tratamiento de COVID-19, a pesar de que no hay evidencia sobre su beneficio. Ya han demostrado su seguridad y eficacia en casos de malaria y de determinadas enfermedades autoinmunes como el lupus y la artritis, pero sus efectos en la COVID-19 aún no han sido estudiados en profundidad.

Ambos medicamentos tienen un buen perfil de seguridad como tratamientos para la malaria o esas enfermedades autoinmunes, y los resultados del estudio no implican que los pacientes deban dejar de tomar estos medicamentos si han sido prescritos por un facultativo.

Mandeep Mehra, autor principal del trabajo científico, manifiesta que "este es el primer estudio a gran escala que encuentra pruebas estadísticamente sólidas de que el tratamiento con cloroquina o hidroxicloroquina no beneficia a los pacientes con COVID-19", y recalca que "nuestros hallazgos sugieren que puede estar asociado con un mayor riesgo de problemas cardíacos graves y un mayor riesgo de muerte". Mehra es el director ejecutivo del Centro de Enfermedades Cardíacas Avanzadas del Hospital Brigham and Women's de Boston (Estados Unidos).

La hidroxicloroquina cobró especial protagonismo recientemente debido a las declaraciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien reveló que la tomaba a diario porque había oído "muchas cosas buenas" sobre su efecto contra la COVID-19, aunque insistió en que tenía "cero síntomas" de la enfermedad.

En este sentido, Fernando Simón ha manifestado que "el tratamiento no puede tomarse de cualquier manera por cualquier persona". Debido a esos efectos secundarios antes mencionados, el doctor ha insistido en que son fármacos que siempre deben estar sujetos a prescripción médica. 

Un estudio sugiere que la cloroquina y la hidroxicloroquina no son eficaces para...