jueves. 28.03.2024

Un estudio sobre fumadores ha descubierto que el primer día de un intento de dejar de fumar es más difícil para las mujeres que para los hombres en 12 países de ingresos bajos y medios, donde vive alrededor del 60 por ciento de los fumadores del mundo, según publican en línea en la revista 'Addictive Behaviors'.

Los investigadores de la Escuela de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia, en Estados Unidos, destacan que se trata de un hallazgo especialmente significativo, ya que el primer día de abstinencia es uno de los factores de predicción más importantes para dejar de fumar a largo plazo. El estudio también demostró que unas etiquetas de advertencia sanitaria más grandes en los paquetes de cigarrillos se asociaban a una menor probabilidad de recaída de un día entre las mujeres.

Hasta esta investigación, se sabía poco sobre las diferencias de sexo en el periodo de abstinencia más temprano entre los fumadores, especialmente en el contexto de los países bajos y medios.

"Un primer día de abstinencia exitoso es uno de los predictores más importantes para dejar de fumar de forma prolongada, y se sabe poco acerca de por qué las mujeres pueden encontrar este período más difícil que los hombres --explica João Mauricio Castaldelli-Maia, postdoctoral fellow en el Departamento de Epidemiología de la Escuela de Columbia Mailman, y primer autor--. Puede ser que el síndrome de abstinencia, que normalmente se presenta en el primer día de abstinencia y es citado por los fumadores como la principal razón para la recaída, puede desempeñar un papel esencial en los resultados de los intentos de dejar de fumar en un día entre las mujeres que normalmente informan de más síntomas de abstinencia que los hombres".

Las mujeres también tienen más dificultades para mantener la abstinencia a largo plazo que los hombres. Además, los factores que impulsan la iniciación y el abandono del tabaquismo difieren entre hombres y mujeres. Por ejemplo, es más probable que las mujeres mencionen el control del peso como una razón para empezar a fumar, pero también es más probable que estén motivadas por preocupaciones de salud, en particular el embarazo, para intentar dejar de fumar en comparación con los hombres.

Los investigadores analizaron los datos de la Encuesta Mundial sobre el Tabaco en Adultos (2008-2012), con muestras representativas a nivel nacional de los 12 países de ingresos bajos y medios: Bangladesh, Brasil, China, Egipto, India, Indonesia, México, Rusia, Tailandia, Turquía, Ucrania y Vietnam, que informaron de fumadores con uno o más intentos de dejar de fumar en los últimos 12 meses. También se ajustaron varios datos demográficos a nivel individual, como la educación, la edad en la que se empezó a fumar y las variables para dejar de fumar. Los análisis finales se basaron en una muestra total de 16.576 individuos.

Los informes globales de recaídas de un día oscilaron entre el 3% y el 14%. La prevalencia de mujeres que informaron de al menos un intento de dejar de fumar varió considerablemente entre los distintos países, desde algo más del 1% en Egipto hasta el 43% en Brasil.

En cuanto a las etiquetas de advertencia, las de mayor tamaño se asociaron a una reducción de las probabilidades de recaída en un día entre las mujeres. Se ha demostrado que estas etiquetas en los paquetes de cigarrillos reducen eficazmente el consumo de tabaco al promover una mayor comprensión por parte del público de las consecuencias negativas para la salud que tiene el consumo de tabaco.

"En comparación con los fumadores masculinos, las mujeres tienden a calificar las etiquetas de advertencia gráfica en general como más creíbles, evocando más emociones negativas y provocando una mayor motivación para dejar de fumar --señala Silvia Martins, profesora de epidemiología en la Escuela Mailman de Columbia y autora principal--. Sin embargo, en 2013, menos de la mitad de los países de ingresos medios-bajos incluidos en la Encuesta Mundial sobre el Tabaco en Adultos habían implementado estas etiquetas de advertencia en las cajas de cigarrillos".

Según Castaldelli-Maia y Martins, "dado que se han realizado pocas investigaciones sobre las diferencias de sexo en la eficacia de las etiquetas de advertencia en los países de ingresos medios-bajos, es necesario investigar más sobre cómo se pueden adaptar las intervenciones para abordar estas barreras a la abstinencia sostenida".

"La incorporación de políticas nacionales, además del asesoramiento y la farmacoterapia, podría desempeñar un papel esencial en el apoyo a las mujeres durante la fase inicial de abstinencia para dejar de fumar en los países de ingresos bajos y medios --sugiere Castaldelli-Maia--. La medicación y/o la psicoterapia pueden ser fundamentales para aumentar las posibilidades de dejar de fumar con éxito, sobre todo porque los estudios realizados en los países de ingresos altos mostraron que las mujeres tienden a recibir menos tratamiento farmacológico aunque busquen tratamiento con más frecuencia".

Según un estudio, el primer día de intentar dejar de fumar es más difícil para las mujeres