En un estudio pionero, los investigadores descubrieron que los probióticos mejoran significativamente los síntomas de las náuseas, los vómitos y el estreñimiento relacionados con el embarazo.
Las náuseas y los vómitos afectan a cerca del 85% de los embarazos y pueden repercutir significativamente en la calidad de vida, sobre todo al principio del embarazo.
"La causa de las náuseas y los vómitos durante el embarazo es desconocida hasta la fecha. Se han propuesto varias teorías, pero ninguna de ellas es concluyente", afirma Albert T. Liu, autor principal del estudio de la Universidad de California - Davis y profesor de obstetricia y ginecología.
"Las náuseas, los vómitos y el estreñimiento durante el embarazo pueden disminuir considerablemente la calidad de vida de las pacientes. Una vez que las náuseas y los vómitos durante el embarazo progresan, pueden ser difíciles de controlar, y a veces la paciente incluso necesita ser hospitalizada", dijo Liu.
Microbios beneficiosos
Los probióticos se denominan "bacterias beneficiosas". Pueden encontrarse en alimentos como el yogur, el kimchi, el kéfir, el chucrut y el tempeh. Los probióticos también están disponibles como complementos alimenticios. Según el Centro Nacional de Salud Complementaria e Integrativa, aparte de las vitaminas, los probióticos o prebióticos son el tercer suplemento alimenticio más utilizado por los adultos.
Se cree que los probióticos ayudan a la comunidad de diferentes microbios, a menudo denominada "microbioma intestinal", que se encuentra en el tracto gastrointestinal.
Durante el embarazo, aumentan las hormonas como el estrógeno y la progesterona, lo que provoca muchos cambios físicos. Estos aumentos también pueden cambiar el microbioma intestinal, lo que probablemente afecta a las funciones del sistema digestivo y provoca síntomas no deseados como náuseas, vómitos y estreñimiento.
Los investigadores se propusieron determinar si la suplementación con un probiótico podría ser beneficiosa para la función gastrointestinal durante el embarazo.
El estudio duró 16 días. Un total de 32 participantes tomaron una cápsula de probiótico dos veces al día durante seis días y luego descansaron dos días. A continuación, repitieron el ciclo.
Los probióticos eran de venta libre y contenían principalmente Lactobacillus, un tipo de bacteria buena. Cada cápsula contenía aproximadamente 10.000 millones de cultivos vivos en el momento de su fabricación.
Los participantes mantuvieron 17 observaciones diarias de sus síntomas durante la duración del estudio, para un total de 535 observaciones que los investigadores pudieron evaluar estadísticamente.
Los investigadores descubrieron que tomar el probiótico reducía significativamente las náuseas y los vómitos. Las horas de náuseas (el número de horas que los participantes sintieron náuseas) se redujeron en un 16%, y el número de veces que vomitaron se redujo en un 33%. La ingesta de probióticos también mejoró significativamente los síntomas relacionados con la calidad de vida, como la fatiga, la falta de apetito y la dificultad para mantener las actividades sociales normales, según las puntuaciones de los cuestionarios.
También se comprobó que los probióticos reducían significativamente el estreñimiento.
"A lo largo de los años, he observado que los probióticos pueden reducir las náuseas y los vómitos y aliviar el estreñimiento. Es muy alentador que el estudio haya demostrado que esto es cierto", dijo Liu. "Los probióticos también han beneficiado a muchos de mis otros pacientes que no estaban en el estudio", dijo Liu.
Los participantes también aportaron muestras fecales antes y durante el estudio, cuyos resultados se publicaron en Nutrients. Las muestras se analizaron para identificar el tipo y el número de microbios y los diferentes subproductos de la digestión.
Esto permitió a los investigadores examinar si los biomarcadores de las muestras fecales se correspondían con náuseas más graves y evaluar cómo los probióticos afectaban a los participantes que comenzaron el estudio con diferentes biomarcadores de referencia.
Uno de los hallazgos fue que una baja cantidad de bacterias portadoras de una enzima llamada hidrolasa de sales biliares, que genera ácido biliar para absorber nutrientes, se asoció con más vómitos relacionados con el embarazo. Los probióticos aumentan las bacterias productoras de sales biliares hidrolasas, lo que podría explicar por qué los suplementos disminuyeron los niveles de náuseas y vómitos.
Otro hallazgo fue que los niveles elevados de los microbios intestinales Akkermansia y A. muciniphila al principio del estudio se asociaron con más vómitos. El probiótico redujo significativamente la cantidad de esos microbios en particular y también redujo los vómitos. Esto sugiere que Akkermansia y A. muciniphila pueden ser biomarcadores fiables que pueden predecir los vómitos en el embarazo.
Otro hallazgo fue que los niveles de vitamina E aumentaron después de tomar probióticos. Los niveles más altos de vitamina E se asociaron con puntuaciones bajas de vómitos.
"Esta investigación proporciona información clave sobre el impacto de los microbios intestinales en la función gastrointestinal durante el embarazo. Nuestra microbiota intestinal explica por qué somos lo que comemos y por qué los metabolitos y productos generados por las bacterias tienen un gran impacto en nuestra salud", dijo Wan. "Afectan al tracto gastrointestinal, así como a la salud de la piel y a la función neurológica".
Aunque los resultados son intrigantes, los investigadores advierten que, debido al pequeño tamaño de la muestra, serán necesarios más estudios para confirmar los efectos de los probióticos.
"Nuestro trabajo anterior demostró los beneficios de los probióticos en la prevención de la inflamación del hígado. El estudio actual podría ser uno de los primeros en mostrar los beneficios de los probióticos en el embarazo", dijo Wan. "Sería interesante e importante seguir comprobando si los probióticos pueden reducir las náuseas y los vómitos causados por la quimioterapia en pacientes con cáncer".
