El objetivo principal del estudio era evaluar el vínculo que se establecía entre perro y humano en las terapias con adolescentes de 13 a 17 años ingresados en unidades de psiquiatría infantil y juvenil. En primer lugar, establecieron que en tan solo dos sesiones se puede establecer un vínculo positivo entre el animal y la persona.
También, sacaron como conclusión que uno de esos efectos positivos es la sensación de aceptación. Con el animal se sentían aceptados, dándoles un mayor apoyo y seguridad en sí mismos.
Los investigadores principales, Josep Pifarré y Maylos Rodrigo, han agradecido a todos los implicados la colaboración dada en el proyecto. El estudio comprendió 114 pacientes y seis perros junto con a colaboración de la Oficina de Intervenciones Asistidas con Animales de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid y el Instituto de Investigación en Atención Primaria (IDIAP Jordi Gol) por el asesoramiento metodológico y el análisis de resultados.