viernes. 19.04.2024

CBN. El Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) lidera la coordinación de estudios virológicos sobre la COVID-19 dentro de la red europea multidisciplinar para la investigación, prevención y control de esta enfermedad, a través del proyecto I-MOVE-COVID-19 (Multidisciplinary European network for research, prevention and control of the COVID-19 Pandemic). Este es uno de los proyectos europeos incluidos en la convocatoria exprés del programa de investigación e innovación de la UE, Horizonte 2020, que la Comisión Europea ha lanzado para investigar diferentes aspectos del virus SARS-CoV-2.

En I-MOVE-COVID-19, que coordina el programa francés EPICONCEPT, participarán los Centros Nacionales de Microbiología (CNM) y Epidemiología (CNE) del ISCIII como 'partners', junto al Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra. El ISCIII, que recibirá en total 210.000 euros, será miembro del Comité Científico Directivo y del Consejo Ejecutivo de I-MOVE, y ayudará en la construcción de una red europea multidisciplinar para investigación, prevención y control de la COVID-19. Los investigadores principales del ISCIII en dicho proyecto son Inmaculada Casas y Francisco Pozo, del CNM, y Amparo Larrauri del CNE.

I-MOVE se ha dividido en cuatro paquetes de trabajo. El primero (WP1) maneja la gestión, la coordinación científica y la comunicación. El segundo (WP2), las redes centinelas en atención primaria. El tercero (WP3), las redes hospitalarias. Y el cuarto (WP4), los estudios combinados virológicos y epidemiológicos. El ISCIII participará en los paquetes WP2, WP3 y WP4, coordinando los objetivos virológicos planteados, así como aportando datos del sistema centinela de vigilancia nacional en atención primaria e información de dos hospitales.

Cronograma, expertos y objetivos

El proyecto se divide en tres fases. En la primera, que se extenderá durante uno o dos meses, se pondrán a punto todas las herramientas, protocolos y desarrollos de los cuatro paquetes de trabajo. La segunda, cuya duración dependerá de la situación epidemiológica, activará y desarrollará los sistemas de vigilancia en atención primaria y hospitalaria, y comenzará los estudios clínicos, virológicos y epidemiológicos según la información obtenida. La tercera fase analizará la sostenibilidad del proyecto y la necesidad de financiación extra, evaluará la labor de los sistemas de vigilancia y de los ensayos, y revisará los protocolos generados y desarrollados para aplicarlos a futuras epidemias. La información obtenida a lo largo de todo el proyecto se compartirá con la comunidad internacional para hacer frente de manera cooperativa a la COVID-19.

I-MOVE-COVID-19 trabaja con información obtenida de pacientes de todos los países participantes, concretamente personas con síntomas compatibles con la COVID-19 y problemas respiratorios, con casos confirmados y sospechosos tanto de atención primaria como de los hospitales. Está formado por clínicos, virólogos, epidemiólogos, matemáticos, inmunólogos, entre otros profesionales, que trabajan estos días en primera plana del manejo de la pandemia y que tienen experiencia previa en investigación, manejo y vigilancia de otras enfermedades transmisibles y epidemias.

El CNM y el CNE, centros de referencia

El Centro Nacional de Microbiología liderará la coordinación de los resultados virológicos y aquellas tareas relacionadas con el análisis de los virus de los paquetes de trabajo 2, 3 y 4, y coordinará el aislamiento y secuenciación de los virus extraídos de casos positivos, tanto leves como graves, una tarea cuya duración de estima en un año.

El ISCIII ha sido seleccionado para el proyecto gracias a la labor y capacidad de sus centros nacionales de Microbiología y Epidemiología. El proyecto destaca el valor de los servicios científicos del CNM en labores de bioinformática, secuenciación genómica, análisis proteómico, microscopía electrónica, citometría, transgénesis y criopreservación entre otras, además de contar con un laboratorio con nivel 3 de bioseguridad y diversos laboratorios de referencia para el Sistema Nacional de Salud.

Por parte del CNE, se destaca su labor de coordinación epidemiológica nacional de enfermedades transmisibles como la gripe, con la Red Nacional de Vigilancia RENAVE; su experiencia de trabajo conjunto con organismos europeos e internacionales como el ECDC y la OMS; su capacidad para gestionar e interpretar datos procedentes de diferentes sistemas de información y vigilancia, y su labor de análisis predictivo y evolución de enfermedades infecciosas.

Entre los objetivos de I-MOVE-COVID-19 se encuentran los siguientes:

  • Mejorar el conocimiento de cómo se comporta el virus.
  • Establecer patrones de comportamiento de la enfermedad.
  • Concretar datos sobre incidencia, factores de riesgo y letalidad por edad y grupos de riesgo.
  • Identificar patrones de transmisión comunitaria.
  • Secuenciar el genoma completo de virus de diferentes regiones geográficas y periodos temporales de la pandemia para evaluar evolución filogenética y vías de transmisión.
  • Describir el periodo de incubación en casos leves y graves.
  • Medir la efectividad de medidas preventivas y alternativas terapéuticas.
  • Describir el genotipo viral según la localización geográfica y su expansión temporal.
  • Impulsar y mejorar la realización de test diagnósticos.
  • Medir la eficacia de posibles vacunas.
  • Analizar la resistencia ante posibles tratamientos antivirales.
  • Investigar los casos y sus características en profesionales sanitarios.
  • Reunir evidencias para la toma de decisiones preventivas y de intervención temprana.
  • Generar infraestructuras que permiten la rápida detección de epidemias similares.

España coordinará los estudios virológicos del resto de Europa sobre el COVID-19