sábado. 12.10.2024

Ante el comienzo este viernes del curso escolar para los docentes y alumnos de segundo ciclo de educación Infantil, y de Primaria y Especial -a los que se sumarán el próximo día 15 la comunidad educativa de Secundaria, Bachillerato y Ciclos Formativos-, el Colegio de Enfermería de Córdoba quiere recordar la importancia de seguir manteniendo también en las aulas todas las medidas de prevención frente al COVID-19 establecidas por las autoridades sanitarias, así como ofrecer una serie de consejos sanitarios y de prevención para la salud de cara a esta nueva vuelta al cole.

En este sentido, el uso de mascarilla, la higiene de manos -no sólo con gel hidroalcohólico, sino con agua y jabón si las manos tienen suciedad visible-, el mantenimiento de la distancia de seguridad, una correcta ventilación de las aulas y el establecimiento de grupos de convivencia estable en cada centro educativo siguen siendo esenciales para hacer frente al coronavirus.

Todo ello teniendo en cuenta, además, “la evidencia actual de la transmisión por aerosoles, que la vacunación en edad infantil (menores de 12 años) aún no está autorizada, y la presencia de nuevas variantes con mayor transmisibilidad y ya predominantes en nuestro país”, como señalan Antonia Becerra y Manuela Hidalgo, enfermeras cordobesas de Atención Primaria que acumulan décadas de experiencia en los programas y servicios de salud materno-infantil en Córdoba, como vacunación infantil, control del niño sano, embarazo y promoción de la salud en colegios e institutos.

Para el caso de mayores de 12 años -alumnos de Secundaria, Bachillerato y Ciclos Formativos, y profesores- conviene recordar que, aunque la mayoría estén vacunados incluso con 2 dosis, pueden contagiarse, por lo que también se deben cumplir las medidas preventivas y de higiene para evitar contagios. “La vacunación no exime de poder contagiarse, por lo que toda la comunidad educativa tiene que mentalizarse de que estas medidas deben seguir manteniéndose también dentro de los colegios e institutos, y huir de la confianza o de una falta sensación de seguridad”, recuerdan estas enfermeras.

No sólo COVID

Sin embargo, conviene recordar que además del COVID-19, tradicionalmente el regreso a las aulas suele conllevar la vuelta de los resfriados comunes entre los más pequeños y jóvenes, y también casos de gripe y otras patologías respiratorias como bronquiolitis; para los que también es efectivo la higiene de manos y el uso de la mascarilla, como se evidenció durante el pasado curso en el que apenas se registraron casos de gripe y bronquiolitis entre los más jóvenes.

Además, otras patologías también suelen estar más ligadas al ámbito escolar, como son la mononucleosis, la varicela, el sarampión, gastroenteritis y las paperas, por el propio hecho de que se convive en un ambiente donde hay muchos niños. Como señala Manuela Hidalgo, es difícil evitar al 100% casos de este tipo “y no se trata de tener a los niños en una burbuja de cristal”, pero si hay una serie de medidas preventivas que pueden disminuir notablemente las posibilidades de padecer estas patologías.

Entre ellas, evitar el contacto con personas enfermas o que se sospeche que lo están, lavado de manos con agua y jabón, desinfección de los lugares comunes donde se concentren más niños (entrada y salida de los centros, patios, pistas deportivas, etc.), además de que los alumnos tengas puestas todas las vacunas recomendadas para cada tramo de edad. “Y que las familias no olviden mantener informada a la escuela en el caso de que sus hijos tengan alguna de estas enfermedades para que se tomen las medidas necesarias”, afirma Antonia Becerra.

Ejercicio físico y contacto emocional

Por otro lado, el regreso a las aulas, y más en un contexto de pandemia como el actual, puede provocar en algunos docentes y alumnos cuadros de estrés, ansiedad o nerviosismo, ante lo cual es bueno la aplicación de técnicas de relajación, la práctica de ejercicio físico moderado y adecuado a cada tramo de edad, y crear canales de comunicación entre los propios docentes y entre los alumnos y sus familias para abordar qué problema o preocupación existe tras estos trastornos. “Es importante mantenerse en contacto con personas que pueden proporcionar apoyo emocional”, recuerda Manuela Hidalgo.

Por último, el Colegio de Enfermería de Córdoba también quiere hacer un llamamiento al profesorado y al personal de los centros educativos para que mantengan la coordinación con sus respectivas enfermeras referentes escolares y centros de salud ante cualquier duda o problema que surja; y para que promuevan iniciativas y actividades de fomento de la educación para la salud.

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