jueves. 28.03.2024
Las III Jordanas sobre Psicología en la Universidad Loyola

Profesionales médicos debaten sobre la realidad de la Atención Temprana

La Universidad Loyola ha celebrado las III Jornadas sobre Piscología, centradas en los retos presentes y futuros, la profesionalización y las necesidades de investigación en Atención Temprana. En una de las ponencias, la neuropediatra Teresa Andrade ha analizado las consecuencias negativas que tienen los dispositivos electrónicos en la salud física y psico-social y en el desarrollo motor, cognitivo y del lenguaje de los niños.

Mesa redonda Familia y profesionales una conversación sobre la realidad de la atención temprana
Mesa redonda Familia y profesionales una conversación sobre la realidad de la atención temprana

El Departamento de Piscología de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad Loyola ha organizado las III Jornadas de Psicología. Este encuentro entre profesionales en activo, investigadores y estudiantes de la universidad se ha convertido en un espacio de diálogo y debate, en esta ocasión, centrado en la Atención Temprana.

La inauguración de la jornada ha corrido a cargo de Milagrosa Sánchez, vicedecana de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, y Luis Morales, profesor del Departamento de Psicología de la Universidad Loyola. “Me orgullece ver el salón de actos tan lleno, lo que demuestra una completa preocupación por la Atención Temprana, y por lo verdadera importante, que son los niños y las niñas que necesitan de esta especialidad”, ha manifestado el profesor del Departamento de Psicología.

Durante su conferencia sobre el impacto de la sobrexposición a las pantallas en el desarrollo del niño, la neuropediatra del Instituto Hispalense de Pediatría, Teresa Andrade, ha explicado que, en España, el 80% de los niños consumen contenidos de televisión y el 36% consume vídeo de internet a diario. Este incremento se debe fundamentalmente al auge de dispositivos electrónicos con pantalla portátiles, la publicidad positiva acerca de programas supuestamente educativos, así como el cambio de estilos de crianza.

“A pesar de la consideración de que hay programas educativos en la televisión e internet, la ciencia dice que es muy improbable el aprendizaje a través de las pantallas en los menores de dos años. Además, visualizar pantallas puede desplazar oportunidades para practicar hitos de desarrollo que requieren estimulación y el aprendizaje temprano es más fácil, enriquecedor y eficiente para el desarrollo cuando las experiencias son vividas de forma interactiva, en tiempo y espacio real y con gente real”, ha explicado la experta.

La sobreexposición a las pantallas supone riesgos en la salud física de los menores, pues favorece el sobrepeso y sedentarismo, hábitos que tiende a persistir en la edad adulta, provoca problemas de sueño cuando se visualizan antes de dormir por la supresión de melatonina, así como aumento del riesgo de miopía. “La alta exposición a entornos con televisión en menores de 5 años se relaciona con mayores dificultades en la adquisición y menor uso del lenguaje, menor atención, menor desarrollo cognitivo y peores funciones ejecutivas, y menor cantidad y calidad de la interacción padre-hijo”, ha completado. Aunque también tiene beneficios si se da manera controlada y son programas de calidad, pues puede proporcionar una ruta alternativa para el lenguaje y la alfabetización o pueden ayudar a los niños a aprender actitudes no violentas, empatía, tolerancia y respeto.

La neuropediatra ha finalizado diciendo que las pantallas son “bombas de liberación de dopamina” y se las conoce como “la heroína digital”. “La principal diferencia con otras adicciones más conocidas es que no matan, no están mal vistas socialmente y es una adición más extendida que las drogas o el alcohol”.

Familia y profesionales: una conversación sobre la realidad de la atención temprana

La jornada también ha acogido una mesa redonda entre profesionales del ámbito de la Atención Temprana, Psicología, Pediatría y Fisioterapia, y dos familiares con hijos que requieren esta especialidad. En la mesa redonda han estado Lucía Ponce, psicóloga especialista en Atención Temprana y docente en el Máster Universitario en Atención Temprana de Loyola; Elena Piñero, doctora en Fisioterapia y madre de un menor prematuro; Julia González, publicista y madre de un niño con Trastorno de Espectro Autista; Rocío Carrasco, coordinadora del CAIT San Juan de Dios Sevilla y directora ejecutiva del Máster Universitario en Atención Temprana de Loyola; y Ana Rodríguez-Meirinhos, directora académica del Máster Universitario en Atención Temprana de Loyola.

“Existe una gran disparidad en cuanto a la atención que ofrecen las Comunidades Autónomas. Depende de donde nacen los niños, tendrás unos servicios u otros”, ha reclamado Rocío. “Por ejemplo, en la Comunidad de Madrid se recortó la Atención Temprana a partir de los 3 años y se considera que en los colegios tienen toda la atención necesaria cuando eso no es verdad. En Andalucía, desde 2006, cuando pasa a ser competencia de Salud, hemos aumentado el número de plazas y el de menores atendidos”, ha completado.

Por su parte, Julia González, como madre demandante de Atención Temprana, ha considerado un retraso que en Madrid, donde residen, los familiares no pueden participar en las sesiones. “Considero esencial participar y dar visibilidad a las familias para replicar y continuar las sesiones en casa”. Elena Piñero también ha destacado las dificultades para acceder a la Atención Temprana desde el Sistema Nacional de Salud, con largas listas de espera. Además, “la participación de la familia es fundamental, así como la comunicación con el colegio porque, a veces, hay descoordinación entre los distintos profesionales”.

Rocío Carrasco ha finalizado exigiendo mayor agilidad y rapidez porque “la atención temprana no es compatible con una lista de espera de 6 meses sin recibir tratamiento”.

Sobre Universidad Loyola

La Universidad Loyola, universidad de la Compañía de Jesús, inició sus actividades en 2013 y es hoy una universidad de referencia en el Sistema Universitario español, por sus resultados académicos, su internacionalización, la empleabilidad de sus graduados y su investigación. Cuenta ya con nueve promociones de egresados y un volumen actual de 4.900 estudiantes en sus tres sedes de Sevilla, Córdoba y Granada.

La Universidad Loyola ofrece la posibilidad de estudiar en sus campus una amplia oferta de grados, dobles grados y diplomas de especialización, en las áreas de Administración y Dirección de Empresas (ADE), Economía, Comunicación, Criminología, Derecho, Educación, Ingeniería, CC de la Salud, Relaciones Internacionales, Teología y Artes. Asimismo, cuenta con una amplia oferta formativa de postgrado, programas de doctorado y formación executive. De igual forma, desarrolla una amplia labor investigadora en estos campos y tiene una fuerte presencia social en las ciudades en las que trabaja. 

Profesionales médicos debaten sobre la realidad de la Atención Temprana