jueves. 25.04.2024

La obesidad, principalmente la que se da entre jóvenes y niños, se ha convertido en uno de los grandes problemas de las sociedades occidentales. En este sentido, Andalucía presenta algunas de las cifras más elevadas de toda España

Esta situación, se deriva de una alimentación cada vez más perjudicial y descuidada. No obstante, según Angela Solar, nutricionista en  Grep-Aedn, si bien la situación andaluza es alarmante, puede corregirse. Pues, las herramientas necesarias están al alcance de la población general. 

Sin embargo, se trata de un proceso complejo que requiere el compromiso tanto de los individuos como de las instituciones públicas. Así, como la concienciación respecto a la importancia de acudir a un nutricionista. Esto, a fin de crear un entorno favorable para la formación de hábitos alimenticios saludables

Sobrepeso entre los andaluces de menor edad

Uno de los principales problemas de la obesidad en la actualidad, es su afectación entre los individuos más jóvenes. Diversos estudios señalan que uno de los grupos de mayor riesgo lo constituyen personas menores de 17 años. Por esta razón, los expertos apuestan por las campañas y acciones dirigidas concretamente a este sector de la población. 

En este sentido, existen primordialmente dos circunstancias a vencer. La primera de ellas, supone que los niños prefieren alimentos industriales y ultraprocesados frente a opciones más naturales como la fruta. Mientras que la segunda, señala la elección de este grupo social de quedarse en casa frente a una pantalla, en lugar de salir a practicar alguna actividad física. 

Ambas situaciones, son un claro reflejo de un estilo de vida sedentario, cuya preponderancia es sin duda alguna mayor en Andalucía. En consecuencia, la región ocupa la tercera posición en relación a la cantidad de menores de dos a 17 años con sobrepeso. Sólo es superada por Murcia y Canarias.

Herramientas para una mejor salud

La obesidad, es un problema frente al cual se vienen desarrollando acciones muy concretas. El sistema sanitario andaluz, ofrece la atención de nutricionistas y otros profesionales a más de 25.000 niños con sobrepeso. 

De igual forma, intenta por medio de campañas informativas la promoción de hábitos saludables, tales como una mejor alimentación y la práctica de ejercicio físico. También ha incorporado iniciativas como el Plan Frutas, que permite a los niños acceder a alimentos que usualmente no consumen en casa. 

No obstante, los especialistas consideran que aún falta mucho camino por recorrer. Por ejemplo, consideran necesario integrar los espacios públicos al cambio de paradigma, orientándolos hacia la recreación por medio del deporte. Ejemplo de ello sería habilitar vías para que los jóvenes puedan ir en bici al centro educativo. 

Nivel socioeconómico y riesgo de obesidad

De lo señalado en el apartado anterior, se tiene además que las familias con un menor estatus socioeconómico, son más propensas a la inactividad. Asimismo, tienen una alimentación rica en azúcares, grasas y productos procesados

En consecuencia, los niños y adolescentes de estas familias tienen un mayor riesgo de sufrir sobrepeso. De hecho, la obesidad infantil se presenta como una epidemia en aquellas comunidades con un PIB bajo. Aunado a esto, se encuentran los precios considerablemente accesibles de la comida basura o poco saludable. 

No se trata, entonces, de que los padres o incluso los niños desconozcan que deben y no deben comer. Sino que estos productos poco saludables, se venden muy bien y no sólo por sus sabores. La realidad, muestran el ahorro considerable que suponen los productos hipercalóricos frente a otros más sanos. 

Para poner coto a la circunstancia descrita, el sector de la salud plantea la aplicación de políticas de incentivo y abaratamiento. Con esto se pretende encarecer los productos dañinos como los refrescos ricos en azúcares, por medio de gravámenes e impuestos. A la par, se propone la subvención para quienes producen alimentos saludables. 

Educación y nutrición

Más allá de las medidas implementadas en los centros educativos, o el abaratamiento de la comida saludable, la solución se encuentra en la formación ciudadana. Sólo un individuo consciente de las repercusiones de la obesidad, tomará las decisiones correctas para cuidar de sí mismo y de su familia.

En consecuencia, estas personas evitan los malos hábitos como el sedentarismo y los alimentos ultraprocesados. Un primer paso para la formación ciudadana en términos de alimentación, es fomentar las visitas a los profesionales de la salud. En este sentido, el equilibrio entre mente y cuerpo es el cimiento para erradicar el sobrepeso infantil. 

Pues, la obesidad es un problema complejo que debe tratarse por un equipo interdisciplinar que equilibre los elementos mentales y emocionales, así como los nutricionales.

El sobrepeso en Andalucía, un problema cada vez más frecuente