jueves. 28.03.2024

Carlitos, el niño de 3 años que padece una enfermedad pulmonar crónica fue trasladado de Málaga a Barcelona en un helicóptero medicalizado, con circulación extracorpórea, para someterse a un complejo trasplante pulmonar en el Hospital Vall d'Hebron.

Se trató de un traslado pionero, por la complejidad del caso y la distancia, que ha requerido de una "minuciosa planificación", según ha informado la Junta de Andalucía en un comunicado.

La unidad de Cuidados Intensivos pediátricos del Hospital Regional de Málaga, ubicada en el Materno Infantil, fue la encargada de coordinar el traslado en helicóptero del menor, conectado a un corazón y un pulmón artificial, en el que participaron hace unos días una veintena de profesionales del centro.

El director de las urgencias de Pediatría del Hospital Regional de Málaga, Guillermo Milano,  explicó que ha sido el primer traslado de oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO) pediátrico aéreo en Andalucía y el primero nacional pediátrico en helicóptero.

El jefe de sección de la UCI de Pediatría del Hospital Regional de Málaga, José Camacho, señaló que la "única opción" para el traslado era iniciar la terapia ECMO, "un soporte de pulmón y corazón artificial". Esta técnica suplanta temporalmente la función del corazón y los pulmones y mantiene la circulación de la sangre y la presencia de oxígeno en el cuerpo.

Se trataba del "último recurso" en pacientes con patología cardíaca o respiratoria grave, en el que la gestión de los tiempos es muy importante, y no se pueden "correr riesgos innecesarios", ha apuntado el intensivista Antonio Morales.

El vuelo, que partió del helipuerto del Hospital Virgen de la Victoria de Málaga, tuvo una duración inicial de una hora y cincuenta minutos, y pasado ese tiempo, pararon a repostar en Alicante, donde reanudaron el vuelo a la media hora, para después dirigirse a Barcelona.

El perfusionista Juan Carlos Santos ha explicado que de Málaga a Alicante alcanzaron los 5.000 pies, pero más tarde se mantuvieron a 1.500, y que se hicieron ocho analíticas durante el trayecto, ya que dependiendo de la altura puede aumentar o disminuir la oxigenación del paciente.

Al traslado acudió el cirujano cardiovascular infantil Francisco Vera, con el objetivo de dar soporte en caso de que hubiera una complicación, bien por el viaje o por la manipulación del paciente durante los diferentes pasos del traslado, que se llevó a cabo "sin ninguna incidencia".

La intervención, que se realizó una semana después del traslado, ha sido todo un éxito y el pequeño se recupera en cuidados intensivos tras las seis horas que requirió la complicada cirugía.

Carlos deberá aún permanecer unos tres meses ingresado para vigilar su recuperación y evolución, ya que aún necesita de un dispositivo ECMO que le ayude a respirar y asistir el correcto funcionamiento cardíaco.

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