viernes. 19.04.2024

El Hospital Universitario Reina Sofía incorpora un sistema de localización, identificación y trazabilidad de pacientes en los quirófanos de todos los edificios que componen el complejo hospitalario. El proyecto comenzó a implantarse en el mes de diciembre del 2018 en el Hospital Los Morales y finalizó en el mes de diciembre en el resto de edificios del complejo hospitalario que cuentan con quirófanos (Hospital General, Materno Infantil y Provincial).

La delegada de Salud y Familias, María Jesús Botella, ha presentado este lunes este sistema que, según destaca, “permite que tanto los familiares como los profesionales sepan, en tiempo real, en qué momento concreto de su proceso está el paciente que va a ser intervenido, ofreciendo así una atención más humanizada y transparente”. Consta de tres elementos: una pulsera electrónica identificativa, lectores de sobremesa y software. Para su puesta en marcha, el hospital ha adquirido unas 250 pulseras, además de los lectores, pantallas y ordenadores necesarios. 

Con esta herramienta, según ha explicado la directora gerente del hospital, Valle García, “podremos ofrecer a nuestros usuarios mayor tranquilidad, mejorar el uso de nuestros recursos y, además, evitar riesgos relacionados con la identificación de pacientes o la localización de equipos. Se trata de una medida de gran impacto, ya que a diario el hospital realiza una media de 160 intervenciones quirúrgicas en las que están implicados, al menos 600 profesionales, más los familiares de los pacientes, es decir, cerca de un millar de personas que verán mejorada la atención que reciben y las condiciones de trabajo”. 

Una vez implantado en todas las áreas quirúrgicas del complejo hospitalario, se ha comenzado a utilizar también la App móvil, a fin de mejorar la accesibilidad y comodidad de los usuarios y profesionales. El Hospital Reina Sofía ha sido uno de los primeros centros andaluces en ofrecer este servicio en el 100% de los edificios que cuentan con bloque quirúrgico. 

Según destaca el subdirector provincial de TICs del Servicio Andaluz de Salud en Córdoba, José Antonio Delgado, “este proyecto, en el que venimos trabajando desde hace más de un año, es el resultado de la implicación de un grupo multidisciplinar de profesionales que han aportado su conocimiento para ofrecer una atención sanitaria más humanizada. Además, este proyecto pone de manifiesto el papel crucial que juega la innovación y las tecnologías en conseguir objetivos asistenciales de gran importancia para la administración y para la sociedad”.

Beneficios

El uso del sistema de localización está permitiendo agilizar el flujo de pacientes en la unidad, gracias al acceso a la información del estado y tiempo de cada paciente. Asimismo, permite reducir las interrupciones a los profesionales, ya que el familiar conoce la información que suele demandar (¿cómo va la operación?) y, por extensión, se reduce su estado de estrés. 

Gracias a la identificación del paciente en todo el recorrido, disminuye también el riesgo de error médico relativo a la identificación del paciente y se incrementa la capacidad de la unidad. Asimismo, el sistema permite localizar los equipos disponibles (tanto personales como organizativos), lo que ahorra tiempo y mejora el proceso asistencial. 

Funcionamiento

Una vez que el paciente llega al hospital el día que va a ser intervenido, los profesionales le colocan una pulsera identificativa que cuenta con un dispositivo de localización que se activa en ese momento. Este dispositivo cuenta con una batería que registra una vida media superior a los dos años, duradera y resistente, además de ser compatible con la pulsera tradicional de identificación de usuarios (código de barras).

A cada persona se le asigna un código que es el que el familiar y los profesionales tienen como referencia para identificar al paciente. La pulsera, denominada ‘tag’, emite señales que son recibidas por las balizas y que identifican dónde está y, gracias al software, estas señales se transforman en dos tipos de información: para el familiar y para los profesionales.

La información dirigida a los familiares se difunde a través de pantallas que se han instalado en las salas de espera, donde se puede leer el estado del paciente (sin que nadie pueda identificarlo, salvo sus familiares a través del código que se le asignó en el momento del ingreso). 

Los estados más habituales del proceso quirúrgico del paciente son ‘Preparación’, que hace referencia al momento en el que el paciente está en el área de preparación antes de entrar al quirófano; ‘Quirófano’, momento de la intervención quirúrgica; ‘Recuperación’, el paciente ha salido de quirófano y está en el área de recuperación después de la intervención quirúrgica; ‘Preparado para la salida’, el paciente ya se ha recuperado y está preparándose para salir del bloque quirúrgico. 

Esta misma información, pero en otro formato, está disponible para los profesionales a través de un programa específico que se ha instalado en los ordenadores del área quirúrgica, donde además del estado de las personas, se ofrece información relativa a los equipos dentro de los procesos, el tiempo que el paciente lleva en el estado concreto en el que se encuentre (espera, quirófano…), o incluso se pueden configurar alertas. Esta información es muy útil no solo para fomentar la seguridad del paciente, sino también para elaborar informes de calidad de los procesos, de los flujos de trabajo o los recorridos, por ejemplo. Gracias a estos datos se puede realizar un análisis que permitirá implantar medidas de optimización.

El tag (pulsera) acompaña al paciente durante toda su estancia en el bloque quirúrgico y, en el momento de abandonar el mismo, se retira de la muñeca y se desvincula en el sistema informático. A continuación, se limpia conforme al protocolo establecido y queda disponible para un nuevo usuario.

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El Hospital Reina Sofía de Córdoba incorpora un sistema de localización de los...