jueves. 28.03.2024

La Universidad Atlántica de Florida ha explicado en un estudio científico como se ha creado este estudio para demostrar la efectividad de diferentes mascarillas. Para la realización del estudio han usado una lámina de luz láser.

La luz láser se ha combinado con una niebla sintética que revela la presencia de las partículas en suspensión. Se ha usado un maniquí con diferentes tipos de mascarillas que expulsa líquidos de forma similar a los que expulsamos al toser, hablar o estornudar.

Estos investigadores han llegado a la conclusión de que mientras que una mascarilla comercial evita que las partículas en suspensión vayan a más de 20 centímetros de la cara, esta distancia se reduce a 6 centímetros si se usa una mascarilla cosida de algodón. En el caso de no usar ningún tipo de protección las partículas alcanzarían casi los dos metros y medio de distancia.

En marzo, en la televisión japonesa NHK junto con investigadores idearon un sistema para lograr este desafío, utilizando un haz de rayos de luz láser, pero empleando una cámara sensible que era capaz de detectar como viajan las partículas que expulsamos al estornudar, toser o hablar.

El último estudio es el realizado por un investigador de la Universidad de Edimburgo en colaboración  con la empresa Lavision. Se trata del denominado efecto Schlieren, un efecto óptico que permite captar los flujos del aire en movimiento, según publica La Vanguardia.

La conclusión de esta investigación fue ver como se comportaban las gotas de agua expulsadas con y sin mascarilla y dio un buen resultado. Una mascarilla casera o industrial mal ajustada al rostro podría esparcir gotas en diferentes direcciones, lo que supondría ser peor que no usar las mascarillas, por eso de la importancia del uso correcto de estas.

Los tres vídeos que evidencian la efectividad real de las mascarillas