8 de diciembre de 2019, 16:05
Redacción. El equipo de transplantes de corazón de un hospital americano, el de Duke, en el estado de Carolina de Norte, han llevado a cabo un ensayo clínico exitoso, consistente en transplantar un corazón que ya no latía, el de una persona que había sido declarada oficialmente muerte.
Es la primera vez que se consigue oxigenar un corazón después de la muerte circulatoria (DCD por sus siglas en inglés). Este tipo de transplante ya se ha utilizado en EEUU para otros órganos vitales pero es la primera vez que los doctores consiguen reanimar un corazón técnicamente parado, técnica que ya había sido probada con anterioridad en hospitales de Europa y Australia.