viernes. 29.03.2024

Un total del 53% de los casos de la Covid-19 que ingresaron desde marzo en el hospital de Mataró tiene disfagia.

"Mas de la mitad de ingresados tiene disfagia, el 75% sufre riesgo nutricional, el 27% llega al hospital con signos de malnutrición. No parecería muy extraño, es algo que ocurre en muchos de nuestros pacientes que ingresan por múltiples motivos. Pero con la Covid ocurre 10 años antes", comenta Pere Clavé, que lidera la unidad especializada en los trastornos de la deglución.

El equipo de especialistas de Mataró ha querido buscar el por qué se produce esa dificultad grave a la hora de tragar alimentos. "La disfagia hay que ir a buscarla, es muy fácil que pase inadvertida", señala Clavé.

Con los primeros resultados de disfagia, se propusieron realizar un estudio de seis meses de seguimiento que permitiera presentar unas conclusiones decisivas. "Si se confirma lo que estamos viendo, propondremos a la Organización Mundial de la Salud que lo considere uno de los síntomas de la Covid, como pasó con los estudios iniciales sobre la pérdida de olfato y de gusto", señala el investigador.

Esta investigación está financiada por la empresa Nutritia, filial de Danone, que se dedica a la nutrición de personas enfermas y que ha aportado 60.000 euros para llevar a cabo al investigación. Actualmente, se están estudiando a un total de 256 pacientes de tres centros vinculados al hospital de Mataró.

Hay varias hipótesis sobre por qué la Covid produce esa dificultad grave. La primera de ellas, es que el coronavirus se introduce y asienta en las células nerviosas de la nariz y garganta, por lo que uno de los síntomas reconocidos es la pérdida de sabor y olfato. "La deglución es una tarea compleja y necesita que todo esté muy a punto; si el virus se sirve de esas células nerviosas es fácil que la sensibilidad faríngea esté afectada", asegura Calvé.

También, el coronavirus causa insuficiencia respiratoria, lo que supone un déficit en la deglución, y una debilidad muscular, lo que hace que sea difícil tragar sin atragantarse.

“Nos ha llamado la atención la pérdida de peso; es general en todos los afectados que vemos. Una parte de los enfermos nos llegó ya con malnutrición, creemos que porque se habían pasado una semana en casa con la enfermedad hasta que ingresaron en el hospital por lo problemas respiratorios. Y cuesta mucho recuperarse de la malnutrición. Por eso creemos que la evaluación a los seis meses nos dará una visión más exacta de lo importante que es la disfagia como síntoma, para empezar a actuar antes de que dé la cara esta secuela”, señala el investigador.

La disfagia podría ser un síntoma frecuente de la Covid-19