En Israel han detectado hasta 20 pacientes infectados por una nueva subvariante de ómicron, a la que han denominado BA2. Se descubrió durante la secuenciación genética de muestras de pacientes con covid, tiene más mutaciones que la original y puede tener mayor letalidad. Sin embargo, la sede de divulgación de coronavirus del Ministerio de Salud israelí explicó que no había evidencia de que BA2 se comportara de manera diferente a ómicron, por lo que el peligro de esta subvariante es aún incierto.
Se sospecha que el origen de esta subvariante se encuentra en India, aunque la primera vez que se reconoció fue en China. De momento ha conseguido expandirse también por Dinamarca, Australia, Canadá y Singapur. Investigadores internacionales están llevando estudios sobre esta nueva subvariante del coronavirus.
Esta aparición de nuevas subvariantes se debe al aumento de contagios y a la existencia de poblaciones aún sin vacunar que hacen imposible que se neutralice el virus. De este modo, cuando una célula infectada produce nuevos coronavirus, ocasionalmente comete pequeños errores de copia que se denominan “mutaciones”, así cuando estas mutaciones son distintivas y aumentan su frecuencia pasan a llamarse “variantes”.
