Un equipo dirigido por el director del Departamento de Epidemiología del Instituto de Investigación Médica del Hospital del Mar de Barcelona, Xavier Castells, ha desvelado qué tipos de tumores benignos de mama (BBD, por sus siglas en inglés) tienen más probabilidad de convertirse en cancerígenos.
Se sabe que estos tumores, que son trastornos no cancerígenos de las mamas, como los bultos, aumentan las probabilidades de que las pacientes desarrollen cáncer de mama. La detección de BBD la primera vez que una mujer pasa por un programa de cribado de la mama (normalmente a los 50 años en España y en otros muchos países europeos con este tipo de programas de detección) se clasifica como BBD 'prevalentes', mientras que aquellos detectados en las visitas sucesivas, que en España son cada dos años, se clasifican como BBD 'incidentes'.
"Nuestros resultados muestran que las mujeres diagnosticadas con un tumor benigno a partir de la segunda visita de revisión presentan un riesgo significativamente superior de desarrollar cáncer de mama que aquellas con un BBD diagnosticado en el primera cribado", ha dicho la investigadora del Departamento de Epidemiología del Instituto de Investigación Médica del Hospital del Mar, Marta Román.
Los investigadores han analizado los datos de 629.087 mujeres a las que se realizaron 2.327.384 mamografías entre 1995 y 2015, y las siguieron hasta 2017. De esta forma, encontraron que las mujeres diagnosticadas con BBD incidental tenían 2,67 veces más posibilidades de desarrollar cáncer de mama que las mujeres sin BBD, mientras que las mujeres con BBD prevalentes tenían 1,87 veces más riesgo de lo mismo.
Además, los investigadores clasificaron las BBD como no-proliferativas o proliferativas, dependiendo de si determinadas células del tejido mamario crecían o no, como las células ductales que aparecen en la hiperplasia ductal en las que se produce un crecimiento excesivo de las células que recubren los conductos dentro de la mama.
De hecho, han visto que las mujeres con BBD proliferativas presentaban una probabilidad 3,28 veces mayor de desarrollar cáncer de mama que las mujeres sin cáncer, mientras que las mujeres con BBD no proliferativos presentaban un riesgo 1,96 veces mayor.
"Hemos encontrado el mayor riesgo de cáncer de mama en las mujeres con BBD incidentes y proliferativos. Tenían casi cuatro veces más riesgo de desarrollar cáncer de mama que las mujeres sin BBD", han informado los expertos.
Las pacientes con BBD incidental y no proliferativo presentaron un riesgo 2,39 veces mayor de desarrollar cáncer de mama en comparación con las mujeres sin BBD. Asimismo, las mujeres con BBD prevalente y proliferativo tenían un riesgo 2,85 veces mayor, y aquellas con BBD prevalente y no proliferativo un riesgo 1,63 veces mayor.
"La probabilidad de que una mujer pueda beneficiarse de una mamografía de cribado depende de su riesgo de desarrollar un cáncer de mama clínicamente significativo a lo largo de su vida. Tomar en consideración los factores individuales de riesgo más allá del de la edad debería permitir que se clasifiquen a las mujeres en grupos en función de los diferentes riesgos de desarrollar cáncer de mama. Recomendar que haya programas de cribado personalizados que tengan en cuenta este riesgo y que trasciendan los actuales 'iguales para todas' podría aumentar la eficacia de estas estrategias", ha apostillado la doctora Román.
Además, enfatiza, incluir información sobre las BBD, además de otros factores, para desarrollar abordajes en el cribado basados en el riesgo podría ayudar a predecir si una mujer podría desarrollar un cáncer de mama en un periodo de tiempo determinado. "Pueden valorarse diversas estrategias de cribado para cada mujer en función de su riesgo potencial de desarrollar cáncer de mama: modificando el intervalo de tiempo entre las revisiones, que deberían ser anuales, o cada dos o tres años, también el método del cribado ((por ejemplo, mamograma, ultrasonido o imagen por resonancia magnética, o el rango de edad en que a la mujer se la invita a participar en el programa", ha recalcado.