La Conferencia Internacional sobre Controversias en Vitamina D (Roma, 1-4 de septiembre de 2024) convergió en algunas conclusiones preliminares de expertos con vistas a redactar una declaración de consenso sobre el papel extraesquelético de la vitamina D. La Conferencia de Consenso reunió a un panel de más de treinta entre los principales expertos mundiales en vitamina D y fue presidida por John P. Bilezikian (Universidad de Columbia, Nueva York) y Andrea Giustina (Università Vita-Salute y Ospedale San Raffaele, Milán).
ROMA, 7 de octubre de 2024 /PRNewswire/ -- Vitamina D: ¿cómo afecta a los músculos, al sistema gastrointestinal y al sistema inmunitario? ¿La deficiencia de vitamina D está relacionada con la diabetes, la obesidad o las infecciones? Estas fueron las preguntas que se plantearon en la octava Conferencia Internacional sobre Controversias en Vitamina D, celebrada en Roma el pasado mes de septiembre. El evento reunió a más de treinta especialistas de Europa, América y Australia.
Vitamina D extraesquelética – La opinión de los expertos sobre este punto es unánime: la vitamina D no sólo interviene en el sistema óseo, que es el foco actual de la mayoría de las directrices y declaraciones de consenso emitidas por la comunidad científica. «La vitamina D funciona como una hormona: se absorbe sólo parcialmente a través de los alimentos y nuestro cuerpo la produce principalmente a través de la síntesis cutánea de colecalciferol en respuesta a la exposición a la radiación solar. Y tiene un efecto pleiotrópico, es decir, puede actuar en múltiples frentes», explicó Andrea Giustina, profesora de endocrinología y enfermedades metabólicas en Università Vita-Salute San Raffaele y directora del Departamento de Endocrinología del Ospedale San Raffaele de Milán, y coordinadora de la Conferencia de Consenso junto con John P. Bilezikian de la Universidad de Columbia de Nueva York, ha declarado: «El encuentro –continuó la profesora Giustina– contó con la excelente experiencia de los principales expertos mundiales y dio pie a un debate sobre los efectos extraesqueléticos de la vitamina D, es decir, sobre todos los procesos clínicamente importantes que promueve fuera de nuestros huesos».
Temas tratados – Los miembros del panel compartieron sus experiencias clínicas y profundizaron en la literatura científica existente; su trabajo se organizó en siete sesiones, cada una moderada por dos especialistas de renombre:
-- Vitamina D y músculos, Salvatore Minisola (IT) y René Rizzoli (CH);
-- Vitamina D y salud cardiovascular, Jens Bollerslev (NO) y Jyrki Virtanen (FI);
-- Vitamina D y diabetes, Maria Luisa Brandi (IT) y Marise Lazaretti Castro (BR);
-- Vitamina D y obesidad, Annamaria Colao (IT) y Claudio Marcocci (IT);
-- Vitamina D y sistema gastrointestinal, Glenville Jones (US) y Giovanni Latella (IT);
-- Vitamina D e infecciones, Neil Binkley (US) y Angelo Fassio (IT);
-- Vitamina D e inmunidad, Antonio Bianchi (IT) y Daniel Bikle (US).
Los panelistas revisaron los efectos de la vitamina D en los músculos, con un enfoque en la sarcopenia y la osteosarcopenia. Analizaron los contextos cardiovasculares donde la vitamina D puede entrar en juego, como la hipertensión, la insuficiencia cardíaca, la cardiocirugía y la cardiopatía isquémica. [1] Además, evaluaron el impacto de la vitamina D en la progresión de la prediabetes a la diabetes, [2] así como en el control de la glucosa, la adiposidad y, en general, en el sistema gastrointestinal. El tema de la COVID-19 fue ampliamente discutido en las sesiones dedicadas a las infecciones y la inmunidad: desde la deficiencia de vitamina D como factor de riesgo de infección aguda hasta los estudios que investigan la correlación entre la deficiencia de vitamina D y el síndrome de COVID prolongado [3] por un lado, y la respuesta de anticuerpos deteriorada a largo plazo a la vacunación contra la COVID-19 [4] por el otro lado.
Conclusiones de la Conferencia de Consenso y perspectivas – «El panel llegó a un consenso importante sobre el papel de la deficiencia de vitamina D y de su suplementación en la progresión de la prediabetes a la diabetes manifiesta, al menos en pacientes afectados por hipovitaminosis D», informó la profesora Giustina. «Además, se hizo especial hincapié en el papel de la vitamina D en la salud cardiometabólica, con especial referencia a su impacto en individuos obesos y a la necesidad de que se complementen con dosis más altas de vitamina D que sus iguales de peso normal para alcanzar los niveles hormonales deseados. Además, en cuanto al impacto de la deficiencia de vitamina D en la composición corporal, se destacó el papel de la sarcopenia como factor de riesgo de caídas (y, en consecuencia, de fracturas) especialmente en pacientes de edad avanzada con deficiencia de vitamina D. Se revisó el papel de la vitamina D en los procesos autoinmunes e infecciosos con especial atención a la COVID-19 aguda, la COVID prolongada y la respuesta inmune a la vacunación contra la COVID», continuó la profesora Giustina. «Por último, el panel destacó que la vitamina D es un campo en constante evolución y que sus efectos pleiotrópicos merecen una investigación más profunda en áreas clínicas de importancia crucial, como la cirugía cardíaca y las enfermedades gastrointestinales. Por último, pero no por ello menos importante, se destacó la experiencia adquirida en el Centro Óseo del Ospedale San Raffaele para enfatizar el papel potencial de los registros como una herramienta adicional y eficaz, junto con los ensayos clínicos aleatorizados, para recopilar datos clínicos sobre los efectos a largo plazo de la suplementación con vitamina D», concluyó la profesora Giustina.