viernes. 19.04.2024

El descanso es algo muy importante para el correcto funcionamiento de todo nuestro cuerpo, pero no es tan fácil hacerlo bien como pueda parecer, no basta con dormir de cualquier forma, pues, si lo hacemos de mala manera puede afectar a la funciones vitales que se llevan a cabo mientras dormimos.

Con el objetivo de que los procesos de restauración y regeneración del metabolismo se produzcan de manera óptima, es necesario que el descanso sea efectivo. Debemos dormir al menos 8 horas y en la postura adecuada. Por mucho que creamos encontrar la comodidad, si al despertar sufrimos molestias o dolores musculares es que algo estamos haciendo mal.

Dormir con una segunda almohada es la manera más óptima de descansar, ya que supone un aporte para mantener nuestra postura. Realizar esta práctica supone que:

  1. Las caderas no rotan y, por tanto, el cuerpo no se desplaza mientras dormimos.
  2. Se elimina la tensión existente y cualquier posible tensión en los músculos de la espalda y la presión que ejerce la pierna de arriba.
  3. Los dolores de lumbago o ciática se alivian, así como la posible rigidez muscular que puede derivar en contracturas.
  4. El apoyo en la parte baja del cuerpo obliga a adoptar la alineación anatómica correcta para la columna, caderas, piernas y rodillas.
  5. Promueve la correcta circulación sanguínea de las piernas, pues evita tensiones musculares, además de aliviar posibles varices. También elimina posibles hormigueos.

Se puede utilizar sin ningún problema una almohada tradicional, aunque es más recomendable un modelo diseñado para la zona específica, es decir, una almohada ergonómica, que se adapte a la curvatura de las piernas.

Por esto debes dormir con una almohada entre las piernas