lunes. 28.04.2025

El Centro Nacional de Investigadores Cardiovasculares han anunciado un nuevo fármaco que podría suponer un gran avance en la lucha contra las enfermedades cardiovasculares. Este se trata de una polipíldora que contiene tres diferentes medicamentos, la cual conseguiría reducir un 33% la mortalidad tras sufrir un infarto.

De esta manera lo ha anunciado la CNIC y la farmacéutica Ferrer, los cuales han puesto algunos detalles más profundos del medicamento sobre la mesa. Los tres principales componentes de esta píldora son: aspirina, rampiril, que logra reducir la presión arterial y la insuficiencia cardiaca y, por último, atorvastatina, un medicamento que reduce el colesterol en la sangre para evitar enfermedades cardiovasculares.

La polipíldora podría convertirse en "parte integral" del tratamiento contra estas enfermedades del corazón, gracias a su versatilidad y simplicidad:  "Al simplificar el tratamiento y mejorar la adherencia, este enfoque tiene el potencial de reducir el riesgo de enfermedad recurrente y muerte cardiovascular a escala mundial", explica Valentín Fuster, director general del CNIC.

Este novedoso medicamento fue testado en 2.500 personas de 7 países diferentes de la Unión Europea que habían sufrido un infarto de miocardio. . El 31% de ellos eran mujeres, frente al 69% de hombres, y la media de edad rondaba los 76 años. De todos ellos, casi el 78% tenían diagnosticada hipertensión y el 57,4% diabetes. Además, más de la mitad habían sido fumadores de manera regular en el pasado, un dato también relevante para la investigación.

"Después de seguir a los pacientes una media de 3 años, el riesgo de sufrir un infarto se redujo un 24% en los que recibieron la polipídora frente a los que siguieron tomando el tratamiento por separado de forma habitual", explican desde la farmacéutica. "Los efectos del fármaco combinado fueron especialmente buenos en la incidencia de muerte cardiovascular, que disminuyó un 33%".

Crean una píldora capaz de reducir un 33% la mortalidad cardiaca tras un infarto