jueves. 25.04.2024

El Instituto de Parasitología y Biomedicina López Neyra (IPBLN), instituto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Granada, ha identificado las terapias basadas en cortistatina como estrategias atractivas para mejorar la fibrosis hepática grave de diversas etiologías.

Además, este estudio, que se ha publicado en "British Journal of Pharmacology", ha señalado la cortistatina como un freno molecular endógeno de la fibrosis hepática y su deficiencia como un posible marcador de mal pronóstico para los trastornos hepáticos crónicos que cursan con fibrosis.

Los investigadores han evaluado la capacidad de la cortistatina para regular la fibrosis hepática usando dos modelos experimentales de hepatotoxidad y colestasis en ratones generados por exposición crónica a un agente tóxico y por ligadura de las vías biliares, respectivamente.

"Encontramos que la expresión hepática de cortistatina se correlacionó inversamente con el grado de fibrosis hepática en ratones y humanos con trastornos hepáticos de distinta etiología. Los ratones deficientes en cortistatina mostraron signos exacerbados de daño hepático, fibrosis y cirrosis y mayores tasas de mortalidad cuando fueron expuestos a estímulos lesivos tóxicos y colestáticos. En comparación con los ratones con dotación genética normal del neuropéptido, las células hepáticas no parenquimatosas aisladas de ratones con deficiencia en cortistatina mostraron una mayor presencia de células con fenotipos de miofibroblastos activados", ha comentado el investigador, Mario Delgado.

En este sentido, añade que el tratamiento con cortistatina revirtió in vivo e in vitro estos fenotipos fibrogénicos exagerados y protegió de la progresión a fibrosis hepática grave en respuesta a la lesión hepática.

Por último, los investigadores remarcan que la fibrosis hepática inducida por una lesión hepática crónica sigue siendo una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en todo el mundo, por lo que urge la identificación de factores de susceptibilidad y pronóstico y de nuevas herramientas terapéuticas para el
tratamiento de los trastornos fibróticos hepáticos.

La cortisona mejora la fibrosis hepática grave de diversas etiologías