jueves. 25.04.2024

 La situación actual de Rusia es muy complicada dada la política que imparte el país. Si se sale de Rusia no se puede volver a entrar hasta nuevo aviso. Esta técnica para evitar que entre el virus en el país ha conllevado un giro radical en los extranjeros que viven y trabajan allí ya que, si viajan a sus países de origen para visitar a sus familiares, no pueden volver a su lugar de trabajo.

Carlos lleva desde enero en Moscú sin poder ver a su familia y esto ha sido uno de los motivos que ha incitado al periodista  a probar la vacuna, ya que se siente atrapado en el país. El pasado domingo 27 le inyectaron la primera dosis y al contrario que otros voluntarios, no ha tenido efectos secundarios más allá de agujetas y mocos, reacciones que tampoco sabe a ciencia cierta si son a causa de la vacuna. Sin embargo, su pareja que vive con él y también recibió la vacuna, tuvo fiebre y tos el primer día tras la inyección.

Mientras que la primera dosis debe crear anticuerpos, la segunda, que Carlos recibirá el  17 de octubre, debe potenciar los efectos de esos anticuerpos. Además, a los voluntarios les han cedido una pulsera que les monitoriza para recopilar datos básicos como la temperatura corporal.

El periodista aclara que entre las dos primeras dosis tiene que tener cuidado. Debe evitar personas que hayan podido estar en contacto con el virus o que haya tenido algún síntoma relacionado con la enfermedad.

La vacuna Sputnik V, que está financiada por el Fondo Ruso de Inversión Directa, fue muy criticada en el resto del mundo por el método a la hora de realizarlo. La vacuna se encuentra en la tercera fase de su fabricación y las autoridades ya están planteándose su fabricación y distribución masiva por el país.

El periodista español Carlos Moraga, primer extranjero en probar la vacuna rusa Sputnik V