viernes. 19.04.2024

Los beneficios de una buena alimentación han confirmado, según un estudio de la Universidad de Navarra realizado entre 9677 participantes del proyecto "SUN" (Seguimiento Universidad de Navarra). Las personas que mantienen una dieta mediterránea podrían reducir el riesgo de contagio de COVID-19 hasta en un 64 %. 

La doctora Silvia Carlos, graduado en Farmacia y Nutrición por la Universidad de Navarra, y el investigador Rafael Pérez Araluce, graduado en Farmacia y Nutrición por la misma facultad, encabezan la autoría del trabajo junto a los investigadores del CIBEROBN, como el catedrático Miguel Ángel Martínez-González. 

Para llevar a cabo el estudio, tuvieron que partir de investigaciones a participantes que tuviesen un diagnóstico médico de infección junto resultados positivos en pruebas diagnosticadas de Covid-19, desde Febrero hasta diciembre de 2020, según informa la Doctora Carlos. "Se excluyó a los profesionales de la salud, dada la alta exposición a la infección que, por desgracia, habían tenido. Si los hubiéramos incluido, los resultados se habrían distorsionado y no se podrían obtener recomendaciones de salud pública para el total de la población", señala.

ÍNDICE DE MEDICIÓN TRICHOPOULOU: MENOS CARNE, MÁS VERDURA Y ALCOHOL MODERADO 

A la hora de establecer la investigación, uno de los objetivos fueron los hábitos alimentarios de los participantes que se evaluaron de 0 a 9 de adherencia a la dieta mediterránea, según el 'score de Trichopoulou', "un índice de nueve ítems establecido por la profesora de la Universidad de Atenas Antonia Trichopoulou, conocida como la madre de la dieta mediterránea", explica la doctora Carlos. 

"El seguimiento de diez años a estos participantes del Proyecto SUN es lo que nos permitió hace unos meses analizar la hipótesis de si la adherencia a la dieta mediterránea podría proteger de la infección por SARS-CoV-2", explica. "Pudimos observar que los participantes con una adherencia intermedia (=4 y <7) tenían una probabilidad significativamente menor de desarrollar COVID-19 que aquellos con baja adherencia; por otra parte, quienes poseían una mayor adherencia (= 7) presentaban el menor riesgo, en comparación con aquellos participantes con 3 o menos puntos", afirma.

El sistema avanzado por Trichopoulou se mida en función de la proporción de grasas monoinsaturadas (provenientes principalmente del aceite de oliva), frutas y frutos secos, verduras, legumbres, cereales y pescado; y una baja ingesta de carne y lácteos; así como un consumo mesurado de alcohol. 

Resultados tienen un calibre bastante importante en cuestión de Salud Pública puesto que es la primera vez que se ve un estudio de esta envergadura y en relación a el Covid-19, atestigua la doctora Carlos. Por ello, declara que "estas evidencias científicas deben llegar al mayor número de personas". "Si no, nuestra investigación no tiene sentido, porque trabajamos para intentar mejorar la vida de las personas", apunta. Estos resultados muestran, según la experta, que a nivel personal hay "un gran margen de mejora por delante, también en la pandemia". 

"Se suele pensar que vivir en una zona mediterránea conlleva, casi por defecto, el seguimiento del patrón de alimentación que lleva su nombre, pero no siempre es así", expresa. "Es necesario que se repliquen investigaciones como esta, para aumentar el grado de evidencia e ir consiguiendo cambios en la salud de la población", concluye.

 

Los beneficios de la dieta mediterránea reducen el riesgo de contagio de Covid-19 hasta...