viernes. 19.04.2024

Para el próximo año se espera que el Museo de Ciencias Naturales de Guadalcázar vuelva a ponerse en funcionamiento.

 Actualmente está cerrado, tras la quiebra de la empresa, las obras no se finalizaron adecuadamente, y debido a los problemas del propio edificio en materia de diferentes atranques de agua y humedades, unidos a la pandemia, provocaron mucho tiempo de parón retrasándolo todo.

“Necesitamos la colaboración de las personas que iban a catalogarlo para volver a ponerlo en marcha”, matizaba el alcalde de la localidad Francisco Estepa que subraya que es un proyecto vital para la localidad y de mucha importancia.

Según Estepa, “la conservación de las mariposas y los insectos, hay que reorganizarla y valorarlas en coordinación con sus diferentes propietarios”.

Y según anuncia el alcalde, como novedad “el museo contará con una nueva sala con moluscos y animales del mar, que también se encuentra casi lista”.

El Museo se distribuye en cuatro plantas, cada una dedicada a disciplinas, como Paleontología, Mineralogía, Gemología y Entomología y tiene importantes objetivos cumplidos. El primero científico, ya que los ejemplares proceden de una región concreta, están clasificados con localización de origen, hay una buena variedad de piezas de cada yacimiento y nos encontraremos con algún ejemplar muy raro. Se cumple también un objetivo educativo ya que puede ser de interés alumnos de diversos niveles educativos.  Se consigue igualmente una importante concienciación medioambiental y por supuesto cumple un objetivo lúdico y recreativo.

Una vez se vuelvan a abrir sus puertas, se podrán volverá a admirar fósiles organizados según período, intentando dar una idea del ecosistema de cada uno de ellos, siendo un recorrido fantástico y cronológico a través del tiempo. Destacará la parte relacionada con el cámbrico por sus raros y antiquísimos ejemplares como el Trilobites y la vitrina dedicada a los tiburones del mioceno cordobés con espectaculares piezas entre las que nos encontramos varios ejemplares de dientes del <<Cacharón Megalodón>>, conocido como Leviatán, que habitó hace 8 millones de años en el Mar Thetis que bañaba el actual Valle del Guadalquivir y que medía más de 20 metros de largo.

Es curioso también ver los minerales y piedras preciosas, destacando los cristales de cuarzo.

Llamarán la atención varios miles de insectos, tales como rarísimos y coloridos escarabajos, dípteros como avispas, abejas o mosquitos, etc., odonatos como libélulas o caballitos del diablo, así como bellos ejemplares de mariposas.

El Museo de Ciencias Naturales de Guadalcázar reabrirá en 2022