El Gobierno de la Nación ha asegurado al portavoz de IU en el Congreso y diputado de Sumar por Córdoba, Enrique Santiago, que el Centro de Almacenamiento de El Cabril, que gestiona la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) en el término municipal de Hornachuelos (Córdoba), es "una instalación consolidada y madura, que lleva operando desde 1992 con total seguridad", y ha subrayado además, respecto al transporte de residuos a El Cabril, que, después 30 años y más de 6.000 expediciones, no ha habido incidentes "con implicaciones radiológicas".
Así lo ha destacado el Ejecutivo central en la respuesta escrita, a la que ha accedido Europa Press, que ha dado a las preguntas planteadas previamente por Santiago, quien quiso saber "¿qué medidas de seguridad y prevención existen para evitar posibles filtraciones radiactivas o accidentes que pudieran afectar al Parque Natural Sierra de Hornachuelos y otras áreas naturales cercanas?", junto al que se sitúa El Cabril.
Igualmente, preguntó el portavoz de IU que, "dado que Andalucía no alberga centrales nucleares", si "¿es seguro transportar los residuos radiactivos a largas distancias hasta El Cabril, y qué garantías existen de que el transporte no represente un riesgo para las poblaciones cercanas a las rutas de transporte?".
Junto a ello, Santiago preguntó si "¿es prudente continuar ampliando la capacidad de El Cabril para albergar más residuos radiactivos durante los otras infraestructuras nucleares en Andalucía?".
VERTIDOS
Ante esto, el Gobierno de España ha contestado que "las especificaciones de funcionamiento de El Cabril contemplan que cualquier vertido de efluentes líquidos al exterior debe cumplir con los límites recogidos en el Real Decreto 3/2023, de 10 de enero, por el que se establecen los criterios técnicosanitarios de la calidad del agua de consumo, su control y suministro".
Para ello, "en aquellas áreas o locales donde pudieran generarse o recogerse efluentes líquidos como resultado de las actividades y procesos en los que se ven involucrados residuos radiactivos, la instalación cuenta con sistemas específicos de recogida y almacenamiento para que dichos efluentes puedan ser controlados y reutilizados en la fabricación del mortero que es usado en el acondicionamiento de los residuos".
Además, "los análisis de seguridad realizados para la explotación de esta instalación, que contemplan la operación habitual, así como hipotéticas situaciones accidentales, concluyen que no es necesario adoptar medidas de protección más allá del límite del emplazamiento".
Adicionalmente, "la vigilancia radiológica ambiental en el entorno de El Cabril se lleva a cabo mediante un programa de muestreo y análisis de muestras de diferente naturaleza, que a lo largo de los años ha permitido verificar la eficacia de las medidas adoptadas para la protección del medio ambiente". A esto se suma que la gestión de efluentes, así como el desarrollo del programa de vigilancia ya mencionado y sus resultados, "son objeto de inspección periódica por parte del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN)".