El trágico accidente de avioneta ocurrido el pasado 31 de agosto en las inmediaciones del aeródromo de Villarrubia (Córdoba), que se saldó con un fallecido y otro herido grave, fue consecuencia directa de un error humano al seleccionar el depósito de combustible. Así lo confirma el informe oficial de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC), dependiente del Ministerio de Transportes.
La aeronave, que despegó a las 10:33 horas desde el aeródromo Aerodel para realizar un vuelo privado local con dos ocupantes a bordo, voló durante 57 minutos realizando múltiples maniobras en la zona sur y oeste del aeródromo. Tras completar tres circuitos de vuelo con sus correspondientes aterrizajes y despegues, el avión inició el cuarto y último tramo, durante el cual se produjo la parada del motor.
Una cadena de circunstancias fatales
Según el informe, el avión se precipitó tras una entrada en pérdida durante un viraje a baja velocidad y con un ángulo de inclinación elevado. El origen del fallo: el agotamiento de combustible en el depósito derecho, que había sido seleccionado por el piloto. La aeronave contaba con dos depósitos, uno en cada semiala, conectados a una llave de paso situada en la consola central de la cabina.
Pese a que aún quedaban unos 40 litros en el depósito izquierdo —cantidad que se extrajo tras el accidente—, los investigadores apuntan a que el piloto no cambió de depósito en el momento adecuado. Todo indica que tanto él como el acompañante estaban centrados en las maniobras y ejercicios de vuelo, lo que habría provocado la omisión del cambio de selector de combustible y la falta de revisión de su posición.
El desenlace
Cuando el motor se detuvo por la falta de combustible en el depósito activo, la aeronave perdió sustentación y cayó sin que los ocupantes pudieran recuperar el control. La escasa altitud a la que se encontraban fue determinante: no hubo margen para maniobras de emergencia.
Los servicios de emergencia llegaron al lugar del siniestro poco después del impacto. Ambos ocupantes resultaron heridos de gravedad y fueron evacuados a un centro sanitario, donde posteriormente falleció el pasajero. El avión quedó completamente destruido.
Conclusión del informe
El informe subraya que, aunque la aeronave disponía de suficiente combustible en el otro depósito, el hecho de no haberlo seleccionado provocó una parada de motor evitable. “La investigación en el lugar y los datos obtenidos descartan cualquier otra causa mecánica o estructural”, se indica en el documento.
El caso refleja una lección crítica para la aviación general: incluso en vuelos de corta duración y con condiciones controladas, una distracción o descuido en los procedimientos básicos puede tener consecuencias fatales.