A casi nueve décadas del estallido de la Guerra Civil, el municipio de Encinas Reales (Córdoba) da un paso decisivo para recuperar la memoria de quienes fueron víctimas de la represión franquista en los convulsos meses que siguieron al golpe de Estado de 1936. En las próximas semanas, arrancarán las labores de excavación en una zona próxima al antiguo cementerio, donde recientes estudios con georradar han identificado indicios de una posible fosa común.
Los trabajos arqueológicos serán llevados a cabo por un equipo especializado que ya participó en la localización inicial de las anomalías en el terreno, ubicado en un área de olivar. El enclave coincide con testimonios orales que apuntaban a la existencia de enterramientos clandestinos marcados, en su día, por cruces improvisadas, próximas a una hilera de cipreses. Las investigaciones, promovidas desde el Ayuntamiento y con apoyo económico de la Diputación de Córdoba, cuentan ya con luz verde por parte de la Junta de Andalucía desde diciembre pasado.
El alcalde de Encinas Reales, Gabriel Prieto, ha confirmado la contratación de la empresa que realizará las catas arqueológicas, previstas para comenzar este mismo mes de abril. “Queremos devolver la dignidad a quienes fueron víctimas de la violencia franquista y esclarecer los hechos que marcaron nuestra historia local”, ha declarado.
La iniciativa surgió gracias al impulso personal de la nieta de una de las víctimas, Francisco Rafael Vinuesa, natural de Rute. Ella fue quien, tras años de indagaciones, logró reactivar el interés por encontrar restos humanos de aquellos que, como su abuelo, fueron detenidos, trasladados a Encinas Reales y ejecutados sin juicio ni garantías, en lo que los historiadores denominan el “terror caliente”, una fase inicial de la represión caracterizada por los asesinatos masivos.
Los indicios sobre la existencia de la fosa fueron corroborados a comienzos de 2024 por un estudio técnico liderado por la arqueóloga e historiadora Maribel Brenes, quien dirigió las tareas de prospección con georradar. Este hallazgo se convirtió en el punto de partida para la planificación de una exhumación que podría arrojar nueva luz sobre los crímenes cometidos en la comarca durante el inicio de la dictadura.
Encinas Reales no fue un caso aislado. Municipios cercanos como Rute, Benamejí, Cuevas Bajas o Cuevas de San Marcos también sufrieron una fuerte represión. En muchas ocasiones, los cuerpos de las personas asesinadas fueron arrojados a fosas comunes tanto en cementerios como en parajes alejados del núcleo urbano. El olvido institucional que durante décadas silenció estas historias comienza, poco a poco, a desmoronarse gracias a la labor conjunta de familias, investigadores y administraciones locales.
El Ayuntamiento ha publicado en su web oficial el informe técnico que recoge todos los datos obtenidos hasta ahora, incluyendo los resultados de la prospección geofísica y la documentación recopilada. Esta iniciativa forma parte de una política de transparencia y compromiso con la recuperación de la memoria democrática, en un momento en que Andalucía intensifica su esfuerzo por localizar y exhumar fosas de represaliados de la Guerra Civil y la posguerra.