viernes. 19.04.2024

Dice la leyenda japonesa que hay un hilo rojo del destino que une a aquellas personas que más tarde o temprano, acabarán juntos en su vida. En historias como la de Steve y DeSande, es cuando muchos creen que esta creencia puede ser una realidad. Su historia comenzó en invierno de 1979, cuando ambos cursaban el primer año de instituto en Illinois. "Un día iba caminando a la escuela sin guantes. Llevaba todos mis libros y materiales de arte, pero se me congelaban las manos", comenta para la entrevista que ofrecieron a The Guardian.

Fue ahí cuando DeSande conoció a Steve, un chico de su mismo barrio al que reconoció al instante el cual, al ver que la chica no llevaba guantes y estaba pasando frío, le ofreció llevar sus cosas camino al instituto. Ella de primeras rechazó su oferta, pero cuando el viento frío volvió a azotarla, cambió de opinión. Desde ese entonces, el la esperaba a ella en la esquina de la calle para llevar todas las mañanas sus libros.

Tras graduarse en 1980, Steve se graduó en el ejercito y perdió el contacto con DeSande, debido a sus continuos viajes y desplazamientos. Con el paso del tiempo, cada uno siguió con sus vidas, se casaron con otras personas, pero sus relaciones no salieron muy bien que digamos. 

Ya en la actualidad, hace un año, en 2021, Steve encontró en Facebook una foto de su antigua amiga de la infancia: "Tenía un nombre diferente al de la chica que conocí en el instituto, pero sin duda era ella, así que la agregué como amiga". Tras ello volvieron a conectar y congeniaron, recordando sus bellos momentos juntos en su juventud.

"Yo era tímida y no tenía muchos amigos en el instituto, pero volver a hablar con Steve fue fácil". Tras un par de meses de llamadas telefónicas, Steve le dijo a DeSande que esperaba volver a Illinois. "No había muchas oportunidades de trabajo en el sector sanitario en Mississippi y yo necesitaba unos ingresos mejores. Realmente quería volver para poder trabajar", comenta DeSande.

Para sorpresa de Steve, fue DeSande la que se hizo a la carretera para el reencuentro y la que le ofreció a quedarse con ella durante un tiempo:  "Condujo siete horas para recogerme. Nunca nadie había hecho algo así por mí. Pensé: 'Esa es una verdadera amiga'". Tras dos semanas, ambos se dieron cuenta de que estaban hechos el uno para el otro, comenzando una relación para cuatro meses después, acabar casándose.

"Nos damos espacio cuando lo necesitamos, pero también pasamos mucho tiempo juntos. Me encanta todo de ella. Estoy muy contento de poder pasar cada día con esta hermosa mujer", concluye Steve en su discurso.

Steve y DeSande, enamorados reencontrados 40 años después gracias a Facebook