Lorite ha explicado que “ésta es la última obra de este Plan, cuyo sentido era que las travesías urbanas se humanizasen para recuperar la presencia del peatón, fomentando la movilidad sostenible, y que la titularidad la asumiesen las corporaciones locales porque pierden la funcionalidad como carretera provincial y tienen carácter urbano”.
“Hoy el Paseo de los Remedios tiene una fisonomía y una funcionalidad urbana y además con esta intervención se elimina el doble sentido, se ensanchan las aceras y se ha planteado una plataforma única recuperando en buena medida la movilidad peatonal. Sólo nos queda un paso burocrático para que el Ayuntamiento asuma la titularidad del tramo y la integre en su viario municipal”, ha manifestado.
Por su parte, el alcalde de Villafranca ha agradecido a la Diputación su actuación en el conocido como Paseo de los Remedios, “un objetivo que nos planteamos hace mucho tiempo y que hoy culmina. Se ha actuado en el pavimento y también se ha aprovechado para solucionar muchos problemas como el del supermercado y el que tenían los vecinos con las líneas eléctricas aéreas y el saneamiento”. Palomares ha señalado que “una vez terminada la obra vamos a solicitar una mutación demanial externa para que esto no sea ya una carretera provincial sino una calle de Villafranca”.
La Diputación de Córdoba ha actuado en una carretera que da acceso a explotaciones agrícolas e industriales de la zona, además de al único parque acuático de la provincia. Asimismo, forma parte de un itinerario ciclista muy frecuentado y pone en comunicación los municipios de Cañete de las Torres y Villa del Río.
El tramo sobre el que se ha actuado son los últimos 235 metros del recorrido urbano, formados por una intersección en glorieta con otras calles del municipio y con el denominado pasaje de Los Remedios. La actuación se ha dividido en dos tramos, uno de 150 metros que discurre de la glorieta con la calle Encina y el pasaje, y otro de una longitud de 97 metros”, ha explicado el diputado provincial.
El primer tramo contaba con un diseño geométrico adecuado a su funcionalidad por lo que se ha realizado un refuerzo en la capa de rodadura y un repintado de la señalización horizontal. El segundo tramo, el de 97 metros, presentaba una calzada única de ancho variable (3,8-5,8 metros) de doble dirección, acerados también variables de entre 0,7 y 1,6 metros y un perfil longitudinal prácticamente llano. Además, presentaba un envejecimiento en la capa de rodadura junto con la rotura y deterioro de bordillos y baldosas.
En este caso, ha manifestado Lorite, “dado que no había suficiente ancho para una calzada y dos acerados de las dimensiones necesarias, se ha transformado el rasante en plataforma única con pendientes de desagüe al centro y dejando un solo sentido de circulación de salida de la zona urbana”.
El delegado de Infraestructuras, Sostenibilidad y Agricultura ha valorado la coordinación que ha existido con empresas como Endesa y Emproacsa, “que ha posibilitado que, una vez realizadas las demoliciones del firme, se hayan podido transformar los tendidos aéreos en subterráneos y se haya dotado de los servicios de saneamiento y abastecimiento a las parcelas que carecían de ellos”.
Como parte final de la actuación, se han instalado bolardos para proteger las franjas peatonales anexas a las fachadas.
