martes. 23.04.2024

Los entusiastas de la impresión 3D en todo el mundo están haciendo voluntariamente pantallas faciales protectoras de plástico biodegradables para los trabajadores sanitarios que luchan contra los brotes de COVID-19, y todo gracias a una pequeña empresa en el norte del estado de Nueva York.

Isaac Budmen y Stephanie Keefe son los autores intelectuales de Budmen Industries: una empresa que diseña y vende impresoras 3D personalizadas.

La pareja se inspiró para comenzar a hacer las pantallas después al enterarse de la existencia de un centro para pruebas rápidas de coronavirus que se instaló recientemente en Syracuse, a tan solo 10 kilómetros de distancia de su hogar en Liverpool. Asimismo, leyeron informes sobre cómo los trabajadores sanitarios necesitaban protectores faciales.


"Comenzamos a pensar en cómo podíamos ayudar, que podríamos hacer con los recursos disponibles que teníamos para ayudar a los trabajadores de la salud", dijo Budmen al New York Daily News. "Y caimos en la cuenta de que eso es algo que una impresora 3D puede hacer".

Budmen y Keefe desarrollaron un prototipo para una máscara de un solo uso que se puede imprimir en una hora y ensamblar en solo dos minutos. Las tiras elásticas y de espuma utilizadas para asegurar la máscara cómodamente a la cara del usuario se pueden comprar en una variedad de tiendas.

Desde que el proyecto de la pareja apareció en los medios de comunicación de país, han conseguido ayuda de maestros locales para producir las máscaras en aulas de todo el distrito escolar. Budmen Industries también ha publicado las plantillas y las instrucciones de montaje de las máscaras de forma gratuita en su sitio web.

A medida que cada vez más equipos de atención médica se acercaban a la pareja para conseguir sus propias mascarillas faciales, cientos de voluntarios de todo el mundo se ofrecieron a unirse a la compañía para imprimir las máscaras en 3D de forma gratuita. Según CNN, el diseño de la máscara ya se ha descargado de su sitio web más de 2,000 veces.

De manera similar, en Montana, el neurocirujano de Billings Clinic, Dusty Richardson, desarrolló un diseño para una mascarilla quirúrgica impresa en 3D reutilizable para que él y otras personas que dispusieran de impresoras 3D pudieran donar las mascarillas a los trabajadores sanitarios locales. Además ha hecho que los planos y las instrucciones de ensamblaje estén disponibles online de forma gratuita para que otros entusiastas de la impresión 3D puedan hacer las suyas.

Una pareja comparte la guía de impresión 3D de protectores faciales y voluntarios de...