En estos momentos los pequeños gestos son los que realmente dejan entrever la relevancia del compañerismo y la empatía. De este modo lo ha demostrado Abdul El-Gayar, un ferroviario londinense, que no dudó en tender su mano para evitar el robo de una bicicleta de un dueño al cual ni siquiera conocía.
El trabajador estaba terminando su turno de trabajo en la estación de Cannon Street en el centro de Londres, cuando vio a un hombre usando cortapernos para hacerse con una bicicleta que estaba aparcada fuera de la entrada.
"Escuché el sonido de un candado que se rompía y no lo pensé dos veces. Le dije: 'No te vas a llevar eso'. No podía dejar que eso sucediera", explicó El-Gayar al periódico PA News.
El protagonista fue capaz de evitar el robo de la bicicleta tras repetir en varias ocasiones "no es tú bici", hasta que finalmente se rindió. "Tengo una bicicleta y la utilizo para ir a trabajar; sé el valor que tienen para la gente", admitió.
Steve Farmer es el propietario de la bicicleta, el cual no pudo utilizar un buen candado, como hace normalmente, y tuvo que emplear el de su hijo, pensando que nada malo podría sucederle a su bicicleta. Sin embargo, se equivocaba, ya que cuando regresó a la entrada de la estación donde dejo su vehículo, el candado estaba en el suelo y la bicicleta había desaparecido.
"Estaba molesto por haber usado un mal candado para cerrarlo. Crecía que nunca la volvería a ver, pero volví a la estación, pensando que no tenía sentido pedir las cámaras de seguridad, pero quería intentarlo de todas formas", explicó el propietario de 39 años de edad.
En el andén del tren vio a El-Gayar, que tenía "una sonrisa que nunca olvidaré", recordó Farmer, que introdujo el código en el candado de la bicicleta cortada para demostrar que era el propietario.
Farmer compartió un post en Facebook detallando lo que había ocurrido y la generosidad de El-Gayar, a quien describió como "una leyenda de un hombre" y "un crédito para su empleador".
La publicación, que subió el 29 de junio, ha sido compartido desde entonces 134.000 veces.
Un comentarista describió perfectamente el sentimiento del público hacia las amables acciones de El-Gayar: "Gente como Abdul hacen del mundo un lugar mejor".
