viernes. 29.03.2024

Robbie se ve a sí mismo en los animales que salva, sabe que su acción no le cuesta nada y quiere amar y ser amado. Es un niño optimista y sincero aunque no tiene razón para comportarse de esta manera, según reconoce su madre adoptiva, Maria.

El pequeño Robbie llegó al sistema de acogida muy maltratado, incluso había pasado varias veces por la UCI por lesiones cerebrales. Desde hace dos años, Maria y su esposo Charles decidieron adoptarlo y tuvieron que labrarse un duro camino hasta que Robbie empezó a comportarse como un niño normal.

Al principio no podía llorar, era incapaz de expresar sus emociones. Hasta que a Buffy, uno de sus viejos amigos perrunos, le llegó la hora y tuvo que ser sacrificado. Justo entonces, algo cambió en Robbie y sintió la necesidad de expresar sus emociones, amarlo y abrazarlo hasta el final y además, pidió a su madre que tomara fotos de esos últimos instantes.

Ahí, en ese desenlace final, fue cuando confesó a su madre sus sentimientos, le dijo que se identificaba con el animal, que nadie quería un perro mayor o enfermo, que sólo se solían adoptar bebés o cachorros.

Robbie no desea que ningún niño se sienta así, ni tampoco ningún perro, por lo que se ha prometido adoptar tantos perros mayores como sus padres le permitan.

Robbie, el niño adoptado cuya misión es dar a los animales el amor que él recibe