jueves. 18.04.2024

A pesar de que nació en el punto álgido de la crisis económica, hace 11 años, la empresa iba viento en popa. Había superado todos los obstáculos, marcaba récords de facturación. Parecía imparable. Pero llegó el coronavirus. Y, con él, el estado de alarma, el confinamiento, el cese total de la actividad. Los contratos, los pedidos, se convirtieron en papel mojado, como si todo hubiera sido producto de un sueño. “Fue bestial, nunca había visto una parada tan en seco”, explica Ivan Soler, propietario de SmartWashIndustrial Solutions SL junto a su socio, Àlex Olivé.

Con sede en un polígono de Forallac (Baix Empordà), la empresa se dedica a la fabricación de maquinaria de limpieza y utensilios para cocinas industriales. Entre su clientela, del sector de la hostelería, figuran desde restaurantes con estrella Michelin y hoteles de lujo hasta asadores de barrio. Todo parado, menos el ingenio de un Soler confinado. “Cuando tengo tiempo sólo hago que pensar cosas, va con mi personalidad”, dice. Enfatiza, sin embargo, que la idea de retomar y diversificar la actividad fabricando lápidas low cost no es fruto del oportunismo, de una ventana de negocio abierta por el vendaval de la tragedia. “En los últimos tres años se me ha muerto mucha gente muy próxima y he visto que enterrar a la gente es muy caro, recoge La Vanguardia.

Hacía mucho tiempo que tenía en la cabeza que el tema de las lápidas se podía abaratar mucho y se lo había comentado a mi socio. Lo tienes allí parado y te dedicas a lo que te da de comer, que es la empresa diaria. De hecho, lo podríamos haber tenido en el pico de la crisis, pero no quise lanzarlo para que no pareciera oportunista”. Según el empresario, una lápida sencilla de mármol cuesta entre 500 y 600 euros. Las suyas valen 250 euros, son personalizables en función de las preferencias del cliente, se envían a cualquier punto de España en un máximo de 48 horas y su colocación no requiere albañilería. El material son “planchas viniladas con vinilos de alta calidad”. “No es lo mismo que una lápida de mármol pero podemos garantizar 10 años”, explica.

En poco más de una semana en el mercado y mediante una promoción a través de la redes sociales, la empresa Lápida low cost suministra un promedio de una lápida al día. “Nunca habría imaginado que acabaría haciendo esto. Estoy muy aposentado en un negocio tradicional. Nací en medio de una crisis y he crecido con la crisis. Pero teníamos tiempo, no sabíamos qué hacer y nos hemos metido en ello. Tanto yo como mi socio somos inquietos y siempre estamos pensando en cómo generar negocio y hacer actividad. Y de golpe te encuentras en el sofá de casa sin poder hacer nada”.

Prueba de que no se trata de una actividad oportunista y temporal es que Soler contempla que las lápidas de bajo coste permanezcan en el tiempo como una línea de negocio paralela. “No sé si el día de mañana puede escalar de manera importante. Negocio lo será, pero no sé si podrá llegar a ser grande. Yo le veo mucha continuidad. Los entierros seguirán siendo caros, y nada apunta a que vaya a haber un descenso en los precios”, especula.

La idea que sí llega de la mano de la crisis sanitaria es la de la fabricación de mamparas para establecimientos de restauración, la otra nueva actividad de SmartWash Industrial Solutions SL, y más vinculada a su sector. “El día que empecé a ver que en la farmacia y en el súper tenían mamparas llamé al socio para decirla ‘tenemos que hacer mamparas, pero para restaurantes, adecuadas a nuestros clientes”, relata el empresario. Así, han desarrollado una línea de separadores, desde precio bajo hasta componentes de diseño, que no se limitan a las mesas de los comedores, sino que abarcan a las barras y a los camareros, anuncia en una publicación La Vanguardia.

“Al final, el usuario irá a comer o a tomar café donde se sienta más protegido. Esto durará un año y medio”, augura Soler, que calcula que a finales de año, “si no hay recaídas muy bestias”, la hostelería comenzará a estabilizarse.

Entre el 23 y el 26 de febrero, Soler hizo negocios en la feria Hospitality Innovation Planet de Ifema (Madrid). El 13 de marzo empezó a encontrarse mal, con todos los síntoma de la Covid-19. Aunque no ha sido diagnosticado, está convencido de que ha superado una infección que no ha hecho mella en su espíritu emprendedor.

Reinventarse o morir: la empresa de hostelería que pasó a fabricar lápidas "low cost" y...