jueves. 18.04.2024

Azahar Villanueva fue trasplantada de médula ósea el pasado año, cuando contaba con 29 años de edad. Se le diagnosticó leucemia en marzo de 2019 y tras la quimio, llevaron a cabo el trasplante.

“El vídeo es justo después de los 21 días que estuve de trasplante que fue cuando salí de hospital ya y mi hijo se estaba quedando en casa de una amiga, o los días que le tocaba con el padre y no nos vimos nada. Entonces es cuando ya le dije que salía del trasplante ya, que no tenía que ingresar más porque todo lo grande había pasado y por eso en el vídeo el niño me pregunta si ya no ingreso más…”

Después de un año, Azahar ha afirmado que se encuentra bien, “hago el año del trasplante el día 25 y es verdad que salvo algún pequeño rechazo que he tenido de pulmón, yo me encuentro estupendamente, con mucha fuerza, me encuentro bien, hay muchas limitaciones que tengo, pero porque es muy reciente.

La joven ha querido señalar también que cada trasplante es diferente y lleva un proceso distinto, por eso “me están haciendo pruebas todavía y la última la tengo el día 28 y luego ya me llamará mi hematóloga que me dirá como va todo…porque cada trasplante es un mundo…depende también de por qué se haya hecho el trasplante de médula, el mío por lo visto es un tipo de leucemia que se supone que tienen que hacerme por lo menos seguimiento durante 5 años mínimo”.

Pero este año las visitas al hospital se han complicado bastante debido a la pandemia mundial que sufrimos desde el pasado mes de febrero. “Es un rollo tener que ir tanto al hospital por los pinchazos, porque duelen mucho. Este año para mí ha sido bastante importante por el hecho de covid, porque eso es algo que no podemos dejarlo atrás, me pasó que justo cuando yo podía empezar a estar sin mascarilla, obligan a todo el mundo a tener mascarilla. Pero prefiero estar más vigilada y más con el tema este.”, señala.

Además cuenta que todos los meses se somete a la prueba PCR, ya que tiene que realizar ingresos para poder medicarse, y gracias a esto “voy con menos miedo porque sé que por lo menos una vez al mes me van a decir si lo tengo o no".

Cada vez hay más donantes de médula en España, este año se han alcanzado casi el medio millón de donantes de médula y azahar quiere resaltar la importancia de esta labor. “Al donar están dando otra oportunidad a una persona anónima. A mí, por ejemplo, no solo me han dado la oportunidad a mí, también se la han dado a mi hijo, la oportunidad de compartir más tiempo conmigo.”, señala.  “No era solo por mi. Porque es por un niño de siete años que se quedaba sin madre, y gracias a que alguien ha hecho una donación anónima mi hijo sigue teniendo a su madre”, matiza.

Azahar ya era donante de médula antes de que le diagnosticasen Leucemia, de hecho gracias a una de estas donaciones pudo descubrir su enfermedad a tiempo.

A pesar de haber sido uno de los años más duros de su vida, la joven también ha aprendido mucho en la superación de su enfermedad esto lo que me ha hecho ver es que necesito parar y disfruta más de lo que tengo a mi alrededor, aunque siempre he disfrutado mucho...pero ahora me ha dado cuenta de que disfruto un poco más de las pequeñas cosas”.

Aunque sin duda lo que más valora Azahar son los abrazos “después de estar tanto tiempo en aislamiento sin poder ver a mi hijo encerrada en el hospital y cuando salía tenía que decirle no me toques cariño, que tenemos que cuidarnos un poco, que tengo las defensas bajas...el abrazo es lo que más valoro ahora”. Después de todos estos meses de confinamiento y ante esta situación todos hemos empezado a entender la importancia del contacto humano y el valor de los abrazos.

Para terminar Azahar recuerda que enseña su vídeo con el fin de que su historia se conozca ya que “cuanta más gente conozca que esto existe, más gente será donante”.

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