jueves. 28.03.2024

Raquel es una enfermera malagueña de 32 años, tras declararse la pandemia del coronavirus, decidió incorporarse "voluntariamente" a trabajar en dos hospitales de Málaga, Carlos Haya (Hospital Regional de Málaga) y El Ángel.

Según ha contado Raquel, "Me veía en la obligación personal y humana de trabajar, de echar una mano". Al poco tiempo de incorporarse al trabajo, cogió el coronavirus.

Raquel empezó con los síntomas en poco tiempo y se quedó 40 días en casa con fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares y cansancio, también llegó a tener dificultad para respirar. Explica que fue "un proceso horrible" en el que también se contagió su novio. "Cayó malo a los pocos días".

Tras dar negativo en una nueva PCR que le realizaron, volvió al trabajo, "Trabajé dos días, tres turnos", recuerda Raquel, contando que una tarde llegó a casa cansada, pero pensaba que era por la rápida vuelta al trabajo, pero no fue así, al día siguiente, según explica, "amanecí con dificultad para hablar", y tras ello tuvo que ser ingresada durante 10 días, coincidiendo con la fecha de su boda y que al final la tuvieron que aplazar.

Su boda la pospuso para septiembre, por la dificultad con el habla y los problemas de fuerza que sufría, pero tras volver a ingresar por segunda vez en el hospital, pospusieron la boda para el año que viene.

Esta es la historia de la enfermera malagueña de 32 años, que se ha vuelto viral en redes sociales. A través de su cuenta de Instagram ha contado como ha sufrido el coronavirus y las secuelas durante todo este tiempo.

El vídeo comienza presentándose "Hola, mi nombre es Raquel, tengo 32 años y os quiero compartir mi historia". Esta historia, como ella dice, la quiere compartir con los jóvenes, ahora que hay rebrotes y la gente joven "piensa que de esto no se van a contagiar".

En su vídeo lo que quiere transmitir es que se tenga el máximo cuidado posible y hace unas recomendaciones: "Lo que podemos hacer ahora mismo es prevenir, usando mascarillas, teniendo la distancia social y lavándonos las manos. Es fundamental que toda la población tenga este mensaje, y es lo que queremos transmitir. En nuestro ámbito es fundamental, es algo básico en medicina y ahora mismo esas son las herramientas para evitar los contagios":

Actualmente, Raquel tiene dificultad para hablar, ha perdido fuerza en la mano derecho, no escribe bien, y no puede controlar la saliva, que se le cae por la comisura de los labios, estos son las secuelas que le ha dejado el coronavirus. Pero poco a poco se va recuperando y muestra optimismo.

Raquel, una enfermera malagueña de 32 años, comparte las secuelas tras enfermar de...