sábado. 20.04.2024

Las mujeres son como bolsitas de té, no se dan cuenta lo fuertes que son hasta que están en agua caliente

La creencia popular atribuye la autoría a Eleanor Roosevelt; así lo pensaba Hilary Clinton cuando la empleó en su candidatura a la Presidencia de EEUU. Por su parte, para la serie Mrs. America fue pronunciada por primera vez por Phyllis Schlafly, la conservadora y antifeminista abogada que elaboró una campaña contra la Enmienda de Igualdad de Derechos (ERA, por sus siglas en inglés) a finales de los 70.

Al margen de la polémica autoral, podríamos otorgar un carácter metafórico a las líneas que escogió una adolescente Meghan, quien se mantiene a flote ante el devenir de su vida. Hija de Thomas Markle y Doria Ragland, de clase media mestiza y autoproclamada como “birracial”, logró conjugar su carrera en la interpretación con un perfil reivindicativo, defendiendo los pilares de su vida: el racismo y el feminismo. 

Su color de tez supuso un cisma para la familia real británica, quien acabó concediéndole un discreto papel en la lucha por la igualdad de género. En noviembre de 2016, Kensington emitió un comunicado asegurando que  “Meghan Markle había sido objeto de una ola de abusos y acoso” . En él se enumeraban diversas faltas cometidas contra su persona: “una calumnia en la primera página de un periódico nacional; matices raciales en algunos artículos de opinión y un sexismo y racismo rotundo por algunos trolls de las redes sociales y de los comentarios en artículos online...”

La semana pasada, Meghan optó por salir en defensa de la comunidad negra con un "La vida de George Floyd importaba" ante estudiantes de su antiguo instituto, el Inmaculate Heart de Los Ángeles. Un cercano discurso en el que manifestaba que "no estaba segura de qué podría deciros. Quería pronunciar las palabras correctas y me preocupaba decir algo que pudiese ser fuente de críticas. Pero me di cuenta de que el único error es no decir nada".

Para sus amigos, estas palabras permiten vislumbrar a una mujer menos contenida, más auténtica. Desde que se trasladó a Los Ángeles con Harry y Archie, el hijo de ambos, los ex royals se han convertido en testigos de la solidaridad de la gente, haciéndose parte de un movimiento en el que las comunidades se unen y levantan.

Sus palabras han rescatado el mediático vídeo de 2012, donde la duquesa aparecía con una camiseta en la que podía leerse: “No toleraré el racismo”. Meghan soñaba con un mundo para sus hijos donde “la gente tenga la mente más abierta a cómo están cambiando las cosas y que de lo que se trata es de tener un mundo mixto. Eso sin duda lo hace mucho más hermoso e interesante”. Los lamentables acontecimientos se han interpuesto entre este sueño y la realidad, aunque nada logrará extinguir su lucha. 

La premonitoria frase del anuario de Meghan Markle