Tanto Paloma Cuevas como Enrique Ponce han reiterado en varias ocasiones que el fin de su relación no la han causado terceras personas. Desde hace dos años el amor fue decayendo y desgastándose, pero mantenían la relación por sus hijas. Sin embargo, Paloma no pretende divorciarse del torero, sino proceder a una separación de hecho.
De momento no han firmado papeles que terminen con la relación de 24 años. Aunque los firmen, podrán disfrutar de algunos de los efectos del matrimonio, incluyendo el régimen económico matrimonial.
De esta manera, Paloma ha declarado a la revista ¡Hola! que "ninguna separación terminará con el cariño y el respeto que nos profesamos el uno al otro".
Tras anunciar la ruptura entre ambos, Paloma ha decidido pasar una temporada en el campo junto a sus padres en Cetrina, su finca de Jaén. "Siempre hemos sido los mejores amigos, y esa parte de nuestra relación va a seguir siendo así", admite Paloma, a lo que añade que nunca hablará mal de Ponce, ya que es el padre de sus hijas y ellas son los primero.
En varias ocasiones se ha puesto a Ana Soria en el punto de mira, ya que se decía que podía haber sido el desencadenante de la ruptura. Así Ponce ha aclarado en la revista Semana que la relación entre ambos había acabado hace dos años, ya que así era como lo habían acordado por el bien de sus hijas.
También ha contado que a Ana la conoció hace siete meses durante una reunión de amigos, y que no le ha sido infiel a su mujer puesto que las condiciones de su relación estaba acabada aunque el público no lo conociera.
