sábado. 20.04.2024

Una mujer de 68 años recoge los plásticos de los vertederos que rodean Rangún, la ciudad más grande de Birmania. Luego los lleva hasta su taller. Allí mediante una técnica que aprendió por Internet los convierte en una tela sintética. Y con ella crea infinidad de productos que vende al público.

Hace bolsos, accesorios, manteles que vende luego en un pequeño local. De este modo ha conseguido su doble objetivo: ayudar al medio ambiente y ganarse la vida.

En vista de la disminución de los recursos, especialmente de fibras naturales de uso intensivo extraídas del algodón, y el impacto ambiental de las fibras a base de petróleo como el acrílico, poliéster, nylon y spandex, todo parece apuntar a que ya es hora para la industria textil de buscar alternativas sostenibles y probar que la producción de textiles y prendas de vestir no tiene que contaminar el medio ambiente.

Una mujer de 68 años da una segunda vida a los plásticos y los convierte en telas