María y Guido se conocieron en Milán cuando solo eran unos niños. Hace más de 70 años que se casaron y nunca habían estado separados, hasta ahora, claro.
El 2020 no ha empezado con buen pie en ningún rincón del planeta. Poco antes de que se decretase estado de alarma, Guido, de 100 años, ingresó en una residencia. Su esposa, de 93 años, en cambio, no pudo ingresar al mismo tiempo con él, por el aislamiento del recinto.
El fisioterapeuta de la residencia, Diego Colombo, redacta en un post de Facebook, "nunca se habían separado antes, ni siquiera por un día, en 70 años de matrimonio. Fueron días en los que Guido rezaba todas las mañanas para poder abrazarla nuevamente pronto, para poder vivir lo suficiente como para poder verla al menos una vez, porque "sin ella no vivo"".
Tras 101 días sin poder verse, María salió del coche de sus hijos y tan solo tuvo que caminar un poco para poder encontrarse de nuevo con el amor de su vida, "con las piernas temblorosas aceleró el paso, escuchando la voz de su esposo que la estaba esperando en una silla de ruedas en el vestíbulo" describe el fisioterapeuta.
Cuando se reencontraron Guido dijo "viniste", y como respuesta de María, una caricia y un abrazo, en medio de lágrimas de emoción. "No había palabras para expresar lo que estaban sintiendo. Y tal vez después de 70 años juntos, las palabras habrían sido superfluas. Le dieron rienda suelta a las lágrimas. Dejaron ir sus emociones y se quedaron allí por mucho tiempo antes de pedir que los acompañaran al salón", acaba el post.
Cuando ya se sentaron en una mesa, él le dio la mano y a la vez murmuró "nunca nos separaremos ahora".
