viernes. 29.03.2024

Manuel Gala abre las puertas de su casa a cualquier enfermero que quiera ir a Mallorca para ayudar en los hospitales y centros de salud frente al Covid-19. Según explica Manuel, un día navegando por su correo electrónico recibió un mensaje del servicio público balear intentando recluir personal de forma urgente: "Llamamiento a enfermeras de todo el territorio nacional para trabajar en las gerencias de Baleares". Él no se lo pensó y ofreció su casa a todo aquel que lo necesitase: "Ofrezco casa hasta a dos enfermeras que vengan a reforzar a Mallorca". 

En poco menos de un día Manuel prendió la mecha de lo que sería una nueva iniciativa #CasaParaUnaEnfermera con el fin de facilitar un techo a este colectivo en Baleares, donde el precio de la vivienda está por las nubes y supone una traba más para el personal sanitario.

Gala tiene 35 años y trabaja de enfermero en la Isla. El problema viene desde hace tiempo, pues él no para de escuchar la misma queja: "Estamos en cuadro, siempre con falta de personal".

El Gobierno balear ha difundido esta semana un anuncio en todas España, con el fin de ofrecer contratos de tres meses en distintos hospitales de las islas: "El IB-Salut hace un llamamiento a enfermeras de todo el territorio nacional para trabajar en las gerencias de Baleares". 

"Cuando vi el anuncio, a través del Colegio Oficial del Colegio de Enfermería de Baleares (Coiba), no me lo pensé mucho porque conocía el problema existente. Por una parte, hay una precariedad laboral, ya que nos pasamos años y años enlazando contratos paupérrimos", dice Gala. Y a eso se le suma el problema de encontrar un alojamiento accesible.

"La gente se ha cogido vacaciones porque se pensó que era mejor para afrontar el otoño e invierno con toda la plantilla pero la segunda ola de contagios ha empezado antes y nos ha faltado personal", se queja el sindicato.

Jorge Tera, el secretario general critica que no se hayan buscado nuevas fórmulas de contratación de enfermeras: "Más vale tarde que nunca, pero si se hace, hay que hacerlo bien y ofrecer condiciones decentes porque el panorama no es atractivo".

Encontrar mano de obra sanitaria en las islas era muy complicado de por sí, pero la pandemia ha empeorado esta situación. La gente se lo piensa más, lo que afecta a las libranzas, vacaciones, etc. Y el personal es, según un estio de la Satse realizado en 2017, uno de los lugares donde casi la mitad de sus enfermeras sufre el síndrome del profesional «quemado» (burn out).

El Covid está empeorando esta situación pues en algunos hospitales hay una enfermera por cada nueve pacientes de covid, cuando el ratio en primavera ha sido de seis.

María José Sastre alerta sobre lo preocupante de esta situación. Hay un ratio de 0,5 enfermeras por cada 1.000 habitantes y en las residencias las cifras alcanzan los 80 o 100 pacientes por cada profesional.

A pesar de esto algunos enfermeros mallorquines animan a que los sanitarios peninsulares crucen el charco y ayuden a mejorar la situación que se está viviendo en la isla.

Desde hace algunos años, el Colegio de Enfermería de Baleares (Coib) trata de poner en contacto a los sanitarios que vienen, con lo que ya se van o todavía siguen aquí, con el fin de favorecer la situación. «Es un favor gremial de gente que está dispuesta a alquilar una habitación u ofrecer un piso a un compañero enfermero que esté interesado en venir a trabajar aquí».

También es de agradecer la ayuda ciudadana, como la publicación de Gala en su muro de Twitter. "Lo que quiero es dar una oportunidad a la gente para venir a trabajar", afirma el enfermero, que todavía no ha encontrado inquilino.

Manuel Gala, el enfermero que ofrece su casa a sanitarios trasladados para "reforzar...