viernes. 19.04.2024

Esther Garcia es una informática madrileña que ha querido concienciar al mundo del uso de las mascarillas a través de redes sociales con un duro video en el que muestra el gran numero de fallecidos que ha dejado la pandemia.

El vídeo, que ya supera las 78.500 visualizaciones, enseña el cementerio de La Almudena donde Esther fue a visitar a su primo, abuelos y madre pasado viernes 21 de agosto. Y no puede esconder su asombro al encontrarse dos largas hileras con bloques de columbinas, que llegan a albergar unos 880 fallecidos.

“Estos nichos hace seis meses no estaban aquí, y el , el 90% de las personas que están aquí incineradas han fallecido en el año 2020”, afirma la informática con pena en la voz y mostrando esa parte del cementerio.

Prosiguió confirmando que “La gran mayoría son abuelos. Es gente que ha fallecido de coronavirus. Y todavía hay imbéciles que no van con mascarilla y que se piensan que esto es un juego”.

Esther ha querido concienciar a toda la población asegurando que esta situación es seria y que más personas deberían tomarse en serio las medidas de seguridad y sobre todo el uso de mascarillas, “Ojalá enseñándoselo así a la gente y que este vídeo se haga viral, que entiendan que esto no es un juego, que esto no es divertido y venir aquí mucho menos”, apunta rota de dolor.

La mujer, según ha explicado a los medios, también ha sido víctima del Covid-19. Informática en el Ayuntamiento de Tres Cantos, enfermó en marzo y pasó cinco semanas de baja, y explica como después de creer contagiarse en un acto, vivió la enfermedad.

“Yo empecé a incubar la enfermedad, pero al principio tenía explicación para todos los síntomas. Si estaba cansada o estornudaba era por la alergia. Me dolía el cuello, pero pensaba que era porque había llevado un collarín después de sufrir un latigazo vertical. La tos era por la moqueta del trabajo, que levantaba polvo. Hasta que un día les dije a mis compañeros que no me encontraba bien y me iba a casa. La fiebre empezó a subirme”, relata Esther.

Al día siguiente cuenta que comenzó a llamar al servicio de atención y a su centro de salud, “Estuve dos semanas con síntomas y otras dos confinada en mi casa. Sólo veía a los policías y a los niños en las ventanas y la verdad, ha sido muy duro”, apunta la informática.

Las secuelas del virus le han durado hasta el mes de julio. Ahora tiene miedo de contagiarse o que enfermen algunos de sus familiares, y explica que ver la situación y los nuevos nichos en el cementerio afecta.

“Me fijé en las fechas de nacimiento y de defunción. Algunos eran de 2019 y de principios de año, pero desde marzo hasta julio había muchísimos. Me quedé impactada. Había alguno más jovencito pero el resto eran todo abuelitos, el grupo de mayor riesgo. En la lápida no pone evidentemente que hayan muerto por coronavirus, pero atas cabos y sacas tus propias conclusiones", comenta disgustada.

La magnitud que ha alcanzado el vídeo ha sorprendido a Esther, la cual se siente satisfecha y espera que más gente escuche el mensaje y sean responsables “El problema es que los que no creen en esto por mucho que les pongas el virus en la cara van a seguir sin creerlo. Pero si con un poco de suerte alguien ha perdido a un ser querido y ver las imágenes puede hacerlo recapacitar, sería maravilloso. Ojalá se pudiera cambiar la cosa".

La empresa municipal ha tratado el tema con gran transparencia y han facilitado periódicamente todos los datos de los enterramientos. Según fuentes de los servicios funerarios han comentado que nunca han faltado unidades de enterramiento, aunque esos columbrados no son nuevos, fueron construidos en 2019 y tampoco hay zonas destinadas únicamente para victimas del Covid.

El Ayuntamiento adelantó el pasado mes de abril una licitación de contracto para un proyecto de ampliación. El cementerio de la Almudena es el más grande de España y uno de los mayores de Europa. "Siempre se piensa dónde seguir construyendo para que nunca haya déficit ni problemas", apuntan estas mismas fuentes

Esther, madrileña, pretende concienciar sobre el uso de mascarillas desde el cementerio...