viernes. 19.04.2024

Brooke Knisley se cayó de un árbol a ocho metros de altura en el año 2015. La caída provocó que permaneciera 10 días en coma. 

La historia de superación de Knisley en un artículo publicado en el 'HuffPost' Estados Unidos desvela cómo ha tenido que hacer frente durante estos años a las secuelas del accidente que sufrió. 

Knisley revela que en la temporada anterior a su caída consumía alcohol con bastante frecuencia y que antes de trepar por el árbol donde se cayó había consumido un par de jarras de cerveza.

Debido a la caída, sufrió un traumatismo cerebral además de una diplopía -visión doble- que tuvo que ser operada con urgencia del músculo ocular.

La joven explica, "cada día que pasas sin moverte, tus músculos se atrofian. Las cuerdas vocales se paralizan por la intubación y no puedes tragar sin aspirar".

Cuando se despertó tuvo que volver a aprenderlo todo, para ello fue a una terapeuta que le explico estrategias para recordar si había realizado una tarea ya o no. También tuvo que hacer duros ejercicios para fortalecer el cuerpo y recuperar el equilibrio. Poco a poco comenzó a andar sin muletas ni arnés, mientras seguía aprendiendo cómo vivir. 

Durante el verano de 2016, un año después de su accidente, le dijeron que ya no iba a mejorar más. Los médicos temían que empeorara o terminara muriendo, el 52% de las personas que sufren una lesión cerebral traumática empeoran gravemente o mueren durante los cinco años subsiguientes al accidente.

A pesar de que han pasado cinco años desde su accidente, Knisley sigue teniendo dificultades para realizar algunas tareas aunque no pierde la esperanza de seguir poniendo en práctica todo aquello para seguir mejorando.

Brooke Knisley, la mujer que comparte su historia de superación tras una aparatosa...