Las dos grandes estrellas que pasaron el confinamiento en su casa de las Bermudas han querido desconectar en Mallorca, en concreto en la finca s'Estaca construida en 1867 por el archiduque Luis Salvador de Habsburgo en uno de los parajes más bellos de la Serra de Tramuntana.
La finca situada en el municipio de Valldemossa pertenecía a Douglas y su ex mujer Diandra Luker. Salió a la venta en el año 2014 por un precio de 55 millones de euros, pero ante la dificultad de venderla se ha ido rebajando su precio hasta los 28,5 millones de euros.
El actor finalmente ha pagado la parte que le correspondía a su ex mujer para hacerse con la totalidad de la finca.
Douglas siempre ha asegurado sentirse cómodo en la isla y una prueba de ello es que haya decidido regresar a Mallorca también este verano, como hace casi todos los años. El actor no ha sido aún visto por la isla, aunque no es extraño encontrarlo durante sus vacaciones como un residente más en distintos rincones de Mallorca. Sin embargo, en esta ocasión se ha sabido de su presencia en la isla porque la actriz Catherine Zeta-Jones ha colgado diversas imágenes en sus redes sociales en las que se le ve a ella descansando, a Michael Douglas con su perro o a la hija de ambos, Carys, de 16 años, disfrutando del jardín de la finca.
Estas vacaciones son además singulares porque se producen en un momento doloroso para el actor tras el fallecimiento, este mismo año, de su padre, Kirk Douglas, a la edad de 103 años.
Douglas es ya el propietario único de s’Estaca, una finca que compró en el año 1989 como prueba de amor hacia su exesposa Diandra, una enamorada de Mallorca que había pasado largas temporadas en la isla desde su infancia. Hija de padre diplomático suizo-americano y de madre anglo-francesa, sus veraneos en la isla incluyen veladas con pintores extranjeros con casa en la isla y escritores de la talla de Robert Graves, afincado en el cercano municipio de Deià y amigo íntimo de su madre.
La relación del actor con la isla fue en un principio más allá de la de un simple visitante. En el año 2000, Michael Douglas se convirtió también en promotor de un centro cultural en Valldemossa, Costa Nord, en el que invirtió 2,3 millones de euros y que cerró años después de que lo comprara el Govern balear, en manos del entonces presidente de Baleares Jaume Matas. Por el centro pasaron artistas como Compay Segundo, Art Garfunkel o Van Morrison, concierto al que acudieron el entonces príncipe Felipe, la infanta Cristina y su esposo, Iñaki Urdangarin.
