19 de marzo de 2020, 11:06
Toda precaución es poca cuando nos referimos a la enfermedad que nos tiene a todos los españoles en estado de alarma y que confina en sus hogares a personas de todo el mundo.
Una trabajadora de un hospital de Hubei, China, tuvo que estar más de un mes separada de sus familiares, entre ellos un niño de 8 años, mientras trataba de curar a pacientes con coronavirus.
La mujer estuvo 15 días en una sala de aislamiento tratando a enfermos y tras el trabajo pasó 15 días de cuarentena para evitar cualquier posible contacto.
Unas imágenes inmortalizan el momento en el que su hijo corre a abrazarla en un emotivo reencuentro en plena crisis mundial por el COVID-19.