viernes. 19.04.2024

Felipe VI, en el sexto aniversario de su coronación, afronta su tercera crisis desde que accedió al trono: la reputacional por la investigación sobre los negocios de Don Juan Carlos, el desafío independentista de Cataluña y el coronavirus.

La noche en la que España entraba en estado de alarma, Felipe VI repudió a su padre. Le retiró su asignación pública y renunció a su herencia  tras destaparse nuevas investigaciones periodísticas que lo vinculaban a fondos opacos y que, incluso, relacionaban al propio Felipe VI como posible beneficiario. Un hecho inédito del que pasó página volcándose en dar un giro a la imagen de la Corona: contactos, reuniones, cercanía... con todos los sectores afectados e implicados en la lucha contra el coronavirus.

Pero más allá de la puesta en escena comunicativa, la figura del monarca emerge en la trastienda, en las reuniones y llamadas cuyo contenido no trasciende completamente, para asumir un papel crucial a la hora de restaurar la imagen de España, deteriorada en el extranjero a consecuencia del impacto de la pandemia.

Así lo atestiguan las personas que han estado en contacto con el Rey durante la pandemia, al que conceden un rol determinante para impulsar la reactivación y generar de nuevo confianza en el mercado internacional.

El Rey Felipe VI, involucrado en la reparación de la imagen de España en el exterior