Redacción. La Media Maratón de Córdoba nos ha dejado en la retina muchas imágenes, tanto de felicidad como de sufrimiento. Felices aquellos que con una sonrisa cruzan la meta, que se superan año tras año no solo para conseguir marcas deportivas sino también vitales.
Este es el caso del librero Javier Luque, administrador de la consagrada Librería Luque. Su hijo, Antonio, de 20 años, nació con parálisis cerebral y tenía ilusión de correr la Media Maratón con su padre. El año pasado, debido a las inclemencias meteorológicas, no pudieron participar, ya que les iba a ser enormemente complicado empujar la silla en la que va Antonio bajo la abundante lluvia.
Sin embargo, en la trigésimo quinta edición celebrada el pasado domingo, el tiempo les dio una tregua y pudieron resarcirse durante los 21 kilómetros del recorrido.
El joven Antonio no puede hablar pero le transmite a sus padres sus sentimientos a través de su mirada y correr junto a sus familiares le hace inmensamente feliz.