El Dr. Grant Lashley contrajo el coronavirus trabajando contra él en primera línea en abril y luego sufrió un derrame cerebral. Le pusieron un respirador durante 39 días. "Hubo muchos días en que no sabíamos si Grant sobreviviría a los cuidados intensivos", dijo su esposa, la Dra. Melissa Harrington
Pero salir de la UCI fue solo el comienzo de un largo camino hacia la recuperación.
Lashley pasó seis semanas en el TIRR Memorial Hermann en Houston, donde volvió a aprender las funciones básicas.
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"Es humillante decir: 'ayúdame a ponerme los calcetines, ayúdame a ir al baño, ayúdame a ir a la ducha'", explicó. "Todas esas cosas que simplemente damos por sentado".
El personal del hospital en TIRR Memorial Hermann aplaudió cuando salió de las instalaciones y abrazó a su familia por primera vez en 96 días.
"Fue muy abrumador, tan emocionante", dijo Lashley de poder salir solo por las puertas del hospital. "Ese era mi objetivo. Dije: 'Lo haré ... saldré de aquí por mí mismo cuando me vaya'".
Wyatt, Cody y Weston, sus hijos de entre 3 y 9 años, dijeron que hace tan solo tres semanas, temía que este momento no fuera posible.
"La primera semana fue difícil porque estamos obteniendo nuevas cosas para hacer nuevas actividades, y cada una de ellas fue al principio muy desafiante, pero nunca les dije que no", dijo. "Estaré utilizando la silla de ruedas y el andador por un tiempo, pero pronto voy a estar caminando sin nada".
El médico que ha tratado a Lashley, el Dr. Nikola Dragojlovic, expuso que este hombre de 50 años, previamente sano, llegó a las instalaciones con debilidad en sus brazos y piernas debido a una pérdida de masa muscular por un derrame cerebral que tuvo como complicación del virus.
"Le está sucediendo a las personas con COVID. No es solo una enfermedad respiratoria, las personas tienen problemas neurológicos como pérdida de fuerza o pueden desarrollar un derrame cerebral o pérdida de circulación en los brazos y las piernas que pueden contribuir a la debilidad y la pérdida de independencia también ", Dijo Dragojlovic.
Lashley agradece a sus fisioterapeutas que le motivaran. "Cada día mejoraba", dijo. "Me di cuenta de que estábamos viendo la luz al final del túnel".
Harrington dijo que "como médico, estás acostumbrado a arreglar las cosas". Pero ella dijo que con el virus de su esposo, en medio de momentos de incertidumbre, tuvo que explicar la situación a sus hijos "para suavizar el golpe".
Ella dijo que esta experiencia le dio empatía por otras familias que atraviesan una lucha similar contra el COVID-19.
La pareja ahora regresará a su hogar en Lafayette, Louisiana. "Es un héroe", dijo Harrington de Lashley. "Es un guerrero".
